Review de She-Hulk: Abogada Hulka

14/10/2022
  • “She-Hulk: Abogada Hulka” ha completado su periplo por Disney +. Procedemos a analizar la serie basada en este personaje, interpretado por Tatiana Maslany.

  • A unas semanas del estreno de “Wakanda Forever”, la secuela/spin-off de la película original de Pantera Negra, termina “She-Hulk: Abogada Hulka”.  Esta serie de Disney + y Marvel Studios, dedicada a la contrapartida femenina de El Increíble Hulk, se trata de una comedia legal encabezada por la actriz de “Orphan Black” Tatiana Maslany.

    Ambientada tras “Vengadores: Endgame”, la serie sigue los pasos de Jennifer Walters, la letrada prima de Bruce Banner (Mark Ruffalo), quien, por un incidente inesperado, acaba convirtiéndose en otro Hulk. O, mejor dicho, en una Hulka.

  • De este modo, “She-Hulk: Abogada Hulka” narra las peripecias de Jen, cuyo mundo se ve trastocado, pasando de ser una exitosa ayudante de fiscal a una celebridad televisiva y digital. Eso sí, en contra de su voluntad.

    Habiendo de conciliar su carrera como abogada con su nueva naturaleza, la nueva Hulka se erigirá en la nueva abogada de la incipiente comunidad de personas con superpoderes del Universo Cinematográfico de Marvel. ¿Lo conseguirá? ¿Y a qué precio?

  • “Abogada soltera, lucha por su cliente…”

  • Y, si eso, sigue ya tú con el resto de la cabecera entonada por Bender en “Futurama”. Pero, en líneas generales, ya sabes lo que queríamos decir al poner este ladillo. Y, si no, te lo explicamos en un periquete.

  • Nuevamente, Marvel Studios apuesta por un género híbrido, mezclando “superhéroes” con otro género narrativo audiovisual. Así, si “Ojo de Halcón” y “Falcon y el Soldado de Invierno” eran un thrillers policiales y de espías con superhéroes, y “Doctor Strange en el Multiverso de la Locura” una incursión en el género del terror, “She-Hulk: Abogada Hulka” es una comedia legal de tintes románticos.

    En este sentido, ejemplifica un poco lo que se hizo con los primeros episodios de “WandaVision” (“Bruja Escarlata y La Visión”, en España). Es decir, si la serie de Wanda Maximoff adecuaba el formato y las convenciones de las sitcoms de distintas décadas para desarrollar su trama, la serie de Hulka adopta el lenguaje, el cliché y las figuras retóricas del género del que bebe.

    Atendiendo a esto, “She-Hulk: Abogada Hulka” puede entenderse como una versión con CGI y esteroides de “Ally McBeal”, “Luz de Luna” o, saltando al cine, “Una rubia muy legal”.  De hecho, no podemos si no compararla con la tristemente malograda “Powerless”, que de forma tan original desarrollaba lo que se cocía en despachos de abogados y aseguradoras de Gotham City, explorando los efectos a pie de calle de los excesos de Superman, Batman y el resto de la fauna de DC Comics.

    En muchos aspectos, esto conlleva una ligereza de tono que la hace casi inconsecuente a nivel de profundidad e importancia respecto al resto de la continuidad del UCM. Lo que puede convertirla precisamente en una obra no apta para quien busque un enfoque más “edgy” como el de la JL de Zack Snyder, por irnos al extremo opuesto del espectro.

  • Ahora, con una duración aproximada de 30 minutos por episodio no podemos esperar otra cosa. Y, sin embargo, no se trata de una mala elección de formato, pues con esta decisión se intenta plasmar el espíritu de las distintas etapas del cómic, refundiéndolo para un único programa. Aunque, ojo, su ejecución no está exenta de pegas, de las que hablaremos unos párrafos más abajo.

    Por ahora, diremos que, gracias a esta falta de peso narrativo respecto al resto de la continuidad, la serie se permite explorar y presentar personajes de segunda y tercera división del Universo Marvel, algo que en un título de mayor seriedad o en una película no serían más que “Huevos de Pascua” para fans de grupo duro. Por citar casos evidentes, el Puercoespín, el Hombre Toro, el Águila, Mr. Inmortal y algún otro supuesto.

    Por otro lado, su tono facilón y ligero la convierte en una serie para “desconectar”, que es lo que busca y, aunque suene sexista, atraer también a un público objetivo que, tradicionalmente, no se siente cómodo con el planteamiento de las series de superhéroes por clichés que, aunque ya superados, todavía se perpetúan en el imaginario colectivo y en ciertas producciones.

  • En este sentido, hemos de hacerle varias concesiones a “She-Hulk: Abogada Hulka”. Una es respecto al enfoque. Se le ha criticado la politización de personajes y tramas, muy al hilo de lo que ya se planteó en “Ms. Marvel”. Sobre esto, solo podemos decir que la línea editorial e ideológica de Marvel en cómics y audiovisual es la que es desde los años 60 y quien ya lo sepa no tiene por qué tirarse de los pelos. Quien no, pues acaba de descubrir por qué durante muchos años la Casa de las Ideas tuvo la fama en EEUU de ser un “nido de rojos”.

    En segundo lugar, y esto ya da para debate, hemos de señalar el uso de clichés intentado favorecer un discurso progresista, cuando en muchas ocasiones parece escrito precisamente por alguien del signo contrario.

    Personalmente, nos parece que se ha caído en un falso cebo feminista, hablando de empoderamiento de su protagonista y luego recayendo precisamente en estereotipos manidos y supuestamente superados como son la obsesión por el interés romántico, la dependencia emocional, la insatisfacción sentimental, la adicción a la aceptación o la rivalidad entre mujeres como combustible que mueve a la protagonista. Esto, por supuesto, es una apreciación subjetiva, pero no deja de chirriarnos un poco. Aunque lo mismo luego resulta que estos tropos son una excusa con la que se desarrollará más adelante la personalidad de Jen, formando parte de su crecimiento personal del personaje. Habrá que verlo.

    Una tercera pata es su articulado abrupto y la enorme diferencia de calidad e interés que cada capítulo despierta. Que uno de sus episodios más brillantes, en concreto el de Daredevil, sea uno de los últimos, evidencia un problema narrativo muy hondo. Por suerte el final, con su homenaje a Byrne y su frescura, nos hace disculpar sus flaquezas de argumentación.

  • En contraste, eso sí, nos parece acertado el tratamiento de ciertos temas como son el ciberacoso, la presión mediática, las conductas poco éticas en entornos laborales o la cosificación de las personas en situaciones íntimas, pues reflejan realidades que tristemente se dan en nuestra sociedad. Aunque sean verdades incómodas para muchas personas.

    Por tanto, en cuanto a fondo y planteamiento, sin que nos haya entusiasmado especialmente, no podemos decir que estemos ante “una serie horrible ni lo peor de Marvel hasta la fecha”, como muchos detractores han corrido a señalar. Para nosotros, “She-Hulk: Abogada Hulka” es ligera, desenfadada, muy acorde al espíritu del UCM, dada a mezclar autoparodia con drama, consciente de que es intrascendente para las sagas cósmicas y, en general, cuyo objetivo es entretener sin muchas pretensiones.

    Si te gusta bien y, si no, no la veas. Ver algo para sufrir úlcera no tiene sentido. No obstante, la segunda temporada (que de seguro habrá) promete bastante y esperamos, de corazón, que pula las imperfecciones de esta primera. Sobre todo, en lo tocante al CGI, cuyo acabado obedece a limitaciones de presupuesto, tiempo y una exigencia de cumplimento de plazos irreal.

  • La argumentación siempre importa

  • Ahora, ya hablando como fanboys que somos y haciendo un poco de autocrítica, admitimos que nos gusta la fidelidad de las películas y series respecto a los cómics. Por eso, a nosotros, particularmente, nos hubiera gustado ver a otra Hulka, una más parecida a los cómics. No ha podido ser. Y no hay que hacer más drama al respecto. Aunque los guiños que se han hecho tampoco nos disgustan.

  • Entendemos que se han intentado adoptar muchas de las convenciones narrativas de la etapa Byrne (recogida en el tomo de “La Sensacional Hulka”), que rompía con la cuarta pared mucho antes de que Masacre (Deadpool) lo hiciera a finales de los 90. Y esto, precisamente, lo hace muy bien. Pero narrativamente, en cuanto a temas, ha pretendido fijarse más en los tomos de la “Hulka de Dan Slott” (periodo de “Civil War”, para más señas) y acercarse un poco a la más próxima etapa de Charles Soul y Javier Pulido.

    Pero, claro, este batiburrillo hace que no tengamos muy claro qué Hulka es la que pretenden plasmar, ya que cada una de las tres etapas muestra enfoques muy distintos, pertenecientes a décadas muy diferenciadas, con sus propios prejuicios, vicios, virtudes y perspectivas de género. De ahí que nos pase un poco como con “Caballero Luna”, serie que lastró este mismo problema de adaptación. Aunque con peores resultados, como ya señalamos en nuestra crítica.  

    Por otro lado, y entendiendo los problemas de presupuesto y también de guion, admitiremos que, dentro de las limitaciones, nos ha gustado las referencias al UCM y, sobre todo, la presencia de estrellas invitadas.

  • Es decir, creemos que Charlie Cox ha demostrado que puede hacer un Daredevil de Waid tan estupendo como su Hombre Sin Miedo de Miller y defendiendo ambas versiones del personaje por separado y sin despeinarse. También diremos que las apariciones de Benedict Wong como Hechicero Supremo son un regalito que mejora enteros la serie. Lo mismo para la insoportable Jameela Jamil (“The Good Place”), cuya Titania hemos disfrutado por ser una antagonista pedorra e insoportable y cuya falta de fidelidad a la original aceptamos por ser acorde al UCM actual y arrancarnos sonrisas. ¿Y qué decir de Tim Roth? Haga lo que haga, lo borda. Una guinda para todo el pastel.

    Y tampoco queremos dejar de lado a la propia Maslany, que hace suyo el papel de Jen/Hulka, siendo un personaje que nos acaba por caer bien, resultándonos entrañable. La actuación de “Tatiana” demuestra su solvencia como profesional, capaz de reinventarse y explotar su potencial cómico, trascendiendo los papeles dramáticos a los que la tenemos asociada.

  • Ahora, si hay más temporadas, y siendo conscientes de que nunca veremos al Spidey de Tom Holland en series, querríamos ver a otros personajes de Marvel descolgándose por el despacho de Jen. Principalmente, porque el juego en el que ella es la presentadora oficial del programa y a él vienen distintas estrellas invitadas de mayor o menor peso es un enorme acierto de “She-Hulk: Abogada Hulka” que debería explotarse más. No en vano, este es un sello propio del concepto de Hulka como personaje en sus distintas series de cómic.

    Concluyendo. Para nosotros, la serie aprueba. Entendemos que no es para todo el mundo y que tiene muchos problemas de fondo y de estructura. Pero debido a su falta de pretensión, no podemos poner el listón al mismo nivel que una producción más ambiciosa. Que, además, no parezca que (de entrada) vaya a tener mayores efectos en la continuidad marvelita nos hace verla como un producto aparte de entretenimiento liviano que encantará a sus fans pero que aborrecerán sus detractores. Sin más.

  • Y vayamos echando el cierre.

    Ya sabes que en Akira Cómics nos ganamos la vida con el mundo del cómic, del que somos adictos también. Por eso, si te ha gustado la serie de Hulka y quieres saber más de su evolución como personaje en los cómics, te invitamos a que vengas a visitar nuestra tienda, en la que tenemos prácticamente todo el material publicado y editado hasta la fecha sobre la heroína. ¡Te estaremos esperando!

Jesús Delgado


Periodista y fan de la vieja escuela. Comicófilo, seriéfilo y cinéfilo de pro. Donde los demás encuentran placer y ocio, yo además obtengo trabajo. Si tiene páginas y viñetas, puedo leerlo y analizarlo.

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