Crítica de “Ms. Marvel”: ¡serie completa ya en Disney +!

“Ms. Marvel” ha tocado a su fin, preparando los eventos para el regreso de la Capitana Marvel, tendiendo el puente entre la primera película de Carol Danvers y la reunión de todas las superheroínas que ostentan el título de Marvel: Es decir, “The Marvels”.

A lo largo de 6 capítulos, hemos asistido al génesis de esta superheroína en el Universo Cinematográfico de Marvel, cuya historia de origen se ha alterado “sutilmente” al servicio de las reglas y convenciones de las producciones de Marvel Studios.

Bisha K. Ali (“Loki”, “Sex Education”) es la responsable de esta adaptación de los primeros hitos del personaje original en los cómics, creado por los editores Sana Amanat y Stephen Wacker y el equipo creativo formado por G. Willow Wilson, Adrian Alphona y Jamie McKelvie en 2014.

La serie de “Ms. Marvel” adapta libremente los primeros arcos argumentales del personaje, así como elementos de aventuras posteriores a “Secret Wars 2015”. De este modo, cuentan la historia de Kamala Khan, hija de unos migrantes pakistaníes afincados en EEUU, que vive enamorada de los superhéroes y que es fan a ultranza de la Capitana Marvel.

Un día, por accidente, Kamala encuentra un brazalete perteneciente a su familia materna. Al ponérselo, algo despierta dentro de ella y da comienzo la carrera de una nueva heroína para su ciudad, Nueva Jersey.

Sin embargo, pronto descubrirá que emular a su ídolo, Carol Danvers, no es nada fácil. Y menos cuando tu familia guarda secretos que podrían matarte y destruir todo el planeta.

Y, tras esta breve sinopsis, vamos en serio ya con la reseña. Agárrate fuerte, porque venimos calentitos.

“Ms. Marvel” se postulaba en su estreno como un refrescante producto, revolucionario, que venía a traer vientos de cambio y cierta frescura al abigarrado calendario de estrenos de Disney/Marvel en 2022.  Sus tráileres y su primer episodio prometían emociones fuertes, un relevo generacional potente y una nueva heroína adolescente que sirviera de personaje juvenil a Marvel Studios. Algo que los estudios necesitaban tras la “madurez” de Spidey después de los sucesos de “Spider-Man: No Way Home” y la imposibilidad de depender de Tom Holland para llenar ese hueco por cuestiones de derechos sobre el personaje.

Así, la serie empezó como un prodigio llamado hacer que nuestra cabeza explotara, a que nos enamoráramos de Kamala y de su mundo, de sus secundarios y de su mitología y… sin embargo, ha resultado ser el peor estreno de Disney y Marvel desde el lanzamiento de la plataforma VOD de Disney +. Algo muy preocupante, ya que el producto adolece de vicios muy similares a los últimos títulos estrenados por y para dicha plataforma.

Nos referimos, claramente, a “Caballero Luna” y a “Obi-Wan Kenobi”, dos series cuyas principales flaquezas residen en su estructura y argumentación. Y es que el problema de la serie de Kamala es precisamente ese: su endeble estructura narrativa, enrevesada, excesivamente compleja y, lo peor de todo, su aburrido desarrollo.

Los 6 episodios de “Ms. Marvel” resultan insuficientes para exponer todo lo que su equipo quería contar y, como resultado, tenemos una trama farragosa, de ritmo muy abrupto y con unas curvas de aprendizaje y desarrollo forzadas. Da la impresión de que Bisha K. Ali ha metido en la proverbial batidora de historias dos temporadas y las ha reducido a una sola de forma apresurada y algo torpe, dando lugar a un “Frankenstein” narrativo. Por lo que tampoco concreta qué quiere contar ni a dónde quiere ir a parar.

Como resultado, no hay curry ni especias que ayuden a darle sabor a su insulsa trama, por mucho que para compensar se haya querido subrayar las raíces étnicas y culturales del personaje. Una decisión que, por otro lado, hubiéramos aplaudido si se hubiera tratado con mayor naturalidad toda la cuestión de su origen y de su cultura, en lugar de maquillar las complejidades del grupo al que la heroína pertenece.

Productores, guionistas y directores tiran de un planteamiento maniqueo, con elementos simplistas de confrontación cultural y un “blanqueamiento” sistemático de cualquier elemento potencialmente controvertido. Por no mencionar la absurda reducción del tratamiento del uso de las redes sociales por parte la juventud, que hace poco favor al retrato de la adolescencia actual, cayendo en topicazos facilones. Todo ello genera la impresión de un maquillaje sistemático de una realidad mucho más complicada (y variada) que la que nos llegan a exponer en aras de no ofender ni al colectivo objetivo en cuestión ni tampoco armar a sus detractores habituales.

Que a nivel narrativo también se hayan perdido las secuencias animadas del primer episodio y su uso se vuelva anecdótico e infrautilizado también lastra mucho. Este recurso se había utilizado tanto en el tráiler como en el episodio inicial y se erigía como un rasgo de la personalidad del personaje y una marca distintiva de la serie.

Pero se ha desechado en favor de recursos más convencionales y anacrónicos para producciones actuales, lo que da como resultado un aspecto visual más propio de series de principios de siglo XXI que de una de 2022. Y eso sin mencionar giros de guión bastante irracionales, cogidos por los pelos y un recurrente abuso del deus ex machina, así como un flagrante fallo en la medición de los tiempos entre secuencias.

Además, a nivel de narración hay otro escollo: la ausencia de un villano potente.

Uno de los axiomas en el mundo del cómic y, en particular, de los superhéroes, es que el potencial del héroe se mide por la calidad de su villano. ¿Qué sería de Daredevil sin Kingpin, los 4 Fantásticos sin el Doctor Muerte o de Wonder Woman sin Ares o Cheetah?, preguntamos.

Pues lo mismo ocurre con “Ms. Marvel”. No tenemos un villano/antagonista “real”. Solo se enfrenta a gente que le pone las cosas difíciles por motivos más o menos legítimos, pero cuyos métodos resultan cuestionables al final. De ahí que no haya una auténtica tensión o una emoción sobre las amenazas que la incipiente heroína afronta en su viaje de descubrimiento y crecimiento.

Por tanto, podemos darle palos importantes a la serie por su historia, su planteamiento, desarrollo y desenlace. También a sus recursos y al fondo de un relato que no acaba de funcionar. Se pretende hacer grandilocuente a su heroína, pero no acabamos de ver su grandeza ni que se gane los laureles ni el derecho a llevarlos.

Con todo, también hay puntos fuertes que debemos defender.

A pesar de todo lo justamente criticable, creemos que la Kamala Khan que interpreta la actriz Iman Vellani se ajusta a los cánones del UCM y podría encajar en futuros títulos.

La actriz protagonista es, con mucha diferencia, lo mejor de toda la serie de “Ms. Marvel”, pues ella sola se roba las escenas con su enorme carisma y su casi inagotable energía. Estamos ante una joven promesa actoral que puede brillar casi en cualquier producción, a poco de que cuente con una buena dirección y un elenco que la arrope, pudiendo llegar a defender malos libretos (como es el caso que nos ocupa).

Con relación a su personaje, apuntaremos que no nos parece mal el cambio de poderes y de su origen. En líneas generales casa con lo que ya dijimos en nuestra columna sobre fidelidad al cómic en series y películas. Y, ojo, el traje nos parece muy molón. Aunque se haga de rogar y tarde demasiado en aparecer, la verdad.

Entendemos que todos los cambios operados se ajustan a una necesidad de prescindir de los “Inhumanos” (por ahora). Y, al margen, la decisión de que los poderes de Kamala radiquen en la manipulación de materia y espacio, en forma de cristales de luz, entendemos que obedece a que estos tienen una mayor vistosidad (que, por otro lado, no se ha explotado adecuadamente para la serie).

Además, este cambio de origen también tiene como consecuencia la sugerencia final en la serie (atentos a ciertos acordes que suenan en el último episodio); y es que Kamala podría ser la primera que veamos de cierto grupo importantísimo de Marvel Comics, cuya presencia se viene demandando desde hace un tiempo. Algo que tampoco veríamos mal si al final ocurre, tal y como se nos ha sugerido de forma casi expresa.

Igualmente, Kamala y su serie sirven para dibujar una de las muchas líneas de esta Fase 4.  En concreto, se encuadra dentro de la marcada por la película de Shang-Chi y la última de Doctor Strange, junto “WandaVision”. Es decir, “Ms.Marvel” se encuentra en una línea dedicada a los artefactos de poder, de los que ya hemos visto cuatro: los diez anillos, el Darkhold, el libro de los Vishanti y el brazalete de Kamala. ¿Cuál será el siguiente? Tenemos curiosidad por descubrirlo, la verdad.

Ahora, dejando de lado a la heroína, queremos seguir hablando del elenco. Este nos ha gustado mucho, a pesar del texto sobre el que se sustentan. Todo el reparto nos ha parecido de oro. En especial, los intérpretes que encarnan a su familia y amigos, pues logran que nos encariñemos de ellos. Si Kamala regresa, anhelamos también verlos a ellos. Esta vez, defendiendo un guion que les haga justicia.

Además, debemos admitir que la fotografía es preciosa y tiene un magnífico buen gusto. También aplaudimos que las localizaciones no se ciñan únicamente a Nueva Jersey (aunque hubiera sido un punto interesante desarrollar más el entorno urbano de Kamala), y que se nos permita “hacer turismo” por otros países, por cortesía de Marvel Studios.

Concluimos la reseña. “Ms. Marvel” no aprueba nuestra criba. Y nos molesta enormemente, puesto que teníamos esperanzas puestas en ella. Resulta lamentable que precisamente este fracaso de resultados, tan alejado de las expectativas, además, cree un prejuicio hacia series y películas protagonizadas por mujeres o por intérpretes de origen étnico distinto al europeo. Algo que nada tiene que ver con la realidad, pues el género o la etnicidad o la cultura no deben (ni deberían) marcar el éxito o el fracaso de una producción.

Nosotros, por lo pronto, nos quedamos con lo bueno del personaje de Iman Vellani, a quien deseamos suerte en el UCM y que pueda brillar como se merece en mejores manos que las actuales.

En tanto, en nuestro objetivo queda “She-Hulk: Abogada Hulka”. La serie de Hulka llegará en agosto a nuestras pantallas y la esperamos con ganas. Confiamos que, a pesar de la controversia sobre su acabado técnico y visual, Disney + nos regale una serie divertida, amena y bien construida que levante el ánimo del fandom tras sus últimas propuestas en materia de series “frikis”.

De verdad que sí.

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