Caballero Luna: Crítica de la serie de Disney + sobre Moon Knight

La serie de “Caballero Luna” finaliza al arrancar mayo de 2022. A apenas unos días del estreno de “Doctor Strange en el Multiverso de la Locura”, el show de Jeremy Slater (“The Umbrella Academy”) concluye tras habernos presentado al primer personaje independiente del Universo Cinematográfico de Marvel (¿o quizá no tanto?).

Así, este programa protagonizado por Oscar Isaac, Ethan Hawke, May Calamawy, Karim El Hakim y F. Murray Abraham ha adaptado distintas épocas del cómic del Caballero Luna. Para ello, ha refundido un único relato de corte híbrido que mezcla elementos sobrenaturales con postulados del género de aventuras y de superhéroes.

Su trama sigue las desventuras de Steven Grant (interpretado por Isaac), quien descubre que sufre un desorden severo de personalidad, pues es el álter ego de un peligroso mercenario y aventurero llamado Marc Spector.

De hecho, su relación con Spector le convierte en el blanco de una peligrosa organización criminal internacional. Esta última pretende liberar a la diosa Amnit, encerrada por el panteón egipcio, y Spector y Grant son lo único que se lo impide. Eso y el hecho de que ambos son el agente en la Tierra del dios egipcio Khonsu, al que sirven como su guerrero sagrado: el Caballero Luna.

De este modo arranca la serie de “Moon Knight”. Por respeto a quien no haya visto más allá de los dos primeros episodios o llegue virgen a esta reseña, no contaremos más. Lo que sí haremos, no obstante, es analizar la serie, dándote nuestra opinión en los siguientes párrafos.

Ya lo expusimos hace unas semanas, en el artículo dedicado a las primeras impresiones sobre “Caballero Luna”. La serie se aleja bastante de una etapa concreta y del enfoque tradicional del personaje en los cómics y aborda otra caracterización que aúna distintas formas de ver al personaje correspondiente a los diversos autores que lo han escrito.

En este sentido, Marvel Studios y Disney han apostado por alejar al Caballero Luna del planteamiento de Batman, cuya última película se estrenó pocas semanas antes que el lanzamiento de la serie. Esta maniobra táctica implica que se toma distancia entre la figura del Caballero Oscuro y la primera representación en acción real del llamado “Puño de Khonsu”.

Esta postura nos resulta lógica. Pero entendemos que es un jarro de agua fría para quien esperara ver un retrato similar al propuesto por autores como Doug Moench y Bill Sienkiewicz o Huston y Finch, si no la fresca por descatalogada etapa de Ellis o la del propio Jeff Lemire. No obstante, como las adaptaciones literales en medio audiovisual son excesivamente complejas, “Caballero Luna” toma otro rumbo: la amalgama.

Lo que aquí se hace es reunir todas estas visiones anteriormente citadas (incluidos algunos elementos de la controvertida propuesta de Bendis) y las funde en un único relato. Algo que, por otro lado, el Universo Cinematográfico de Marvel ha hecho con otros héroes más populares y conocidos, por cierto. Pero, en este caso, nos propone algo que se aleja bastante de los clásicos, aunque el personaje sigue siendo ciertamente reconocible. Incluso aceptando las libertades creativas de los responsables de la serie.

Como resultado, lo que tenemos es una amalgama de guiños y referencias que se dan cita en el típico formato de género híbrido de Marvel Studios. Fabulado como una mezcla de James Bond e Indiana Jones, con tintes esotéricos y de thriller, “Caballero Luna” logra hacer atractivo a un personaje que podía acabar siendo considerado un facsímil marvelita de Batman por el público general, y aborda una serie de aventuras, un género poco explotado (todavía) por el UCM.

En este sentido, el punto de partida es óptimo. Tanto, que aceptamos la idea y el planteamiento sobre el que se sostiene. Sobre todo porque no niega lo que hemos leído en los cómics e, incluso, hace homenajes al material original y referencias a este. Aunque algunas son muy veladas y solo entendibles por fans de grupo duro.

Con todo, el concepto y la idea de la que parten sus directores y productores nos gusta. Estéticamente sentimos que sí, que estamos viendo al Caballero Luna y que se explota su trasfondo egipcio. Ya hablemos de su traje oficial y de la variante de Mr. Knight, o del trabajo simplista pero certero del trasfondo mitológico que lo tizna. Incluso las secuencias de acción funcionan, aunque nos recuerden algo a coreografías y enfoques ya vistos en “Ojo de Halcón”.

Ahora, no todo son halagos, cuidado.

Aunque nos ha gustado “Caballero Luna”, la verdad es que nos sentimos algo defraudados con la exposición, el ritmo y el desarrollo discursivo de la trama. Aunque en general disfrutamos el recorrido, hemos encontrado un problema con su narración y el esquema de la acción.

A grandes rasgos, nos da la impresión de que Slater viene con vicios de otras de sus series, más dilatadas a nivel narrativo, y que no ha sabido concretar en 6 episodios ni en la duración de estos. De ahí que toda la temporada autoconclusiva parezca una continua exposición de personajes que se alarga innecesariamente. Que tengamos que esperar para el relato de orígenes casi hasta el final de la serie es una decisión que podría funcionar si realmente aportase algo en el fondo, pero no es la sensación que nos queda, sino que es un giro de guion superfluo e innecesario para meter “paja” al relato.

Frente a otras series de Marvel que han dividido al público, como “Falcon y Soldado de Invierno”, en donde la historia iba avanzando y revelando giros de guión con un sumo cuidado, creando expectación, la que no ocupa se arrastra sobre arenas a veces movedizas.  No sabemos bien a dónde va la cosa, salvo para mantener un interés que no acaba de saciarse y que dejaría algunos cabos sueltos bastante indeseables de no existir la escena post créditos. 

En contraste, que el protagonista sea un personaje sobre el que la maquinaria publicitaria ha trabajado tanto para promocionarlo no ayuda tampoco. Eso y las expectativas creadas por parte de ciertos medios con artículos click-bait nos hayan hecho esperar cosas que no hemos llegado a ver ni de lejos.

Insistimos. La idea del show nos parece que está muy bien. Nos ha gustado el enfoque y el punto de partida, pero no el discurso y como se ha desarrollado. Todo lastrado por su ritmo irregular, a veces caótico. Es una serie que, quizá, si se hubiera estrenado completa el día de su estreno, la habríamos visto como un suflé que se ha medio desinflado, malogrando su potencial a medio camino. Es decir, valoramos su fondo, pero no la estructura. Algo parecido a lo que nos pasó con “Loki” tiempo después y tras un segundo visionado, por cierto.

Dando una cal y de otra arena, diremos que sí nos ha gustado que sea una serie que prescinda de tantos enlaces y referencias al resto del UCM. Que no necesitemos estar doctorados en las películas y series de Marvel hace mucho más digerible y amable su visionado. Sobre todo a ojos del público neófito, que no tiene marcado en su calendario las fechas de los estreno y solo quiere ir a pasar un buen rato. Además, en conjunto, “Caballero Luna” plantea un buen punto de acceso al personaje y pica lo suficiente como para querer leer sus cómics. Aunque, supuestamente, no habrá más temporadas… pero nunca digamos nunca.

Sin denostar el talento del resto del elenco, la mayor parte de las secuencias acaban convirtiendo a Isaac en su epicentro. ¡Aunque ni siquiera las protagonice él! Solo Ethan Hawke le llega a mantener el ritmo en sus careos con Marc o Steve, y esto resulta doloroso. Sobre todo contando con ese magnífico F. Murray Abraham que presta su voz a la versión CGI de Khonsu en la versión original de “Moon Knight”. En resumen, tenemos un buen elenco del que se podría haber extraído más oro del que ya se le saca.

Por otro lado, la BSO está muy correcta y abraza el concepto recuperado de utilizar leitmotivs tarareables en contraste con temas musicales que sirven para crear atmósfera. Un elemento que la Fase 2 introdujo y que ha demostrado ser tremendamente eficaz hasta la fecha.

Dicho esto, pasemos a las conclusiones.

...que, en conjunto “Caballero Luna” queda algo lejos del nivel de satisfacción que nos produjo “Wandavision” (“Bruja Escarlata y Visión”), en donde prácticamente todo se cuidó hasta el más mínimo detalle. ¡Y no fue para menos! Estamos hablando de la que fue la primera serie de Marvel Studios para la plataforma de Disney +.

Sin embargo, creemos que la serie de Slater ha confiado excesivamente, y con mucho acierto, en el peso que Oscar Isaac aportaría al título. Sin embargo, invertir en él y no curar de forma más efectiva en el guion, su estructura y desarrollo le ha quitado lustre al resultado final. Y más cuando su último episodio es el más corto de toda la temporada.

Con todo, insistiremos encarecidamente en esto: nos ha gustado y la recomendamos. No es una serie perfecta, pero dista mucho de ser un bodrio. Tiene momentos que tocan el corazón y nos hacen reír y llorar. Sabe jugar muy bien con el equilibrio entre acción, drama y comedia, aprovechando uno de los puntos fuertes de Marvel.

Y, lo mejor de todo para recién llegados al género, es una serie que puede verse de forma completamente independiente (POR AHORA). Además, no hace falta haber visto la montaña de películas y series de Marvel Studios para entenderla. Así que es un producto que puede consumirse de forma completamente libre y sin dependencia de ningún tipo de referencias.

Terminamos diciendo que si quieres saber más sobre Marc Spector y sus otras identidades, acercándote a los cómics originales, te invitamos a visitarnos en Akira Comics. En nuestro stock contamos con casi todas sus etapas, desde sus primeras apariciones en los cómics del Hombre Lobo, hasta las últimas aventuras modernas, algunas en clave cósmica, pasando por sus más brillantes y conocidas versiones.

¡Te estamos esperando!