¿Qué es Dune? Introducción ante el estreno de la película

La verdad es que entiendo que merece la pena leer este clasicazo de Frank Herbert antes del estreno de la película “Dune”. Pero, como en Akira Cómics nos gusta hacer las cosas de un modo diferente, haremos un pequeño curso intensivo para los recién llegados.

Así que, si eres de los que están familiarizados con los efectos de la melange y conoces las ventajas y funcionamiento de un destiltraje de manufactura fremen, no creo poder aportarte mucho. Pero espero que, gracias a este artículo, los recién llegados comprendan un poco en qué se están metiendo, dado que “Dune” es un universo muy amplio –y ocasionalmente confuso-, antes de ver cómo Denis Villeneuve le da vida.

Así que abrochaos los cinturones, y veamos cómo el navegante de la Cofradía nos lleva a Arrakis.

Sí.

De hecho espero extenderme sobre el particular en otro artículo más pormenorizado para “muy cafeteros”. Siempre ha sido clasificado como “una epopeya ecológica”, y trata temas muy delicados con una profundidad que pasa desapercibida: los juegos de poder, la ecología, la filosofía, el liderazgo, el mesianismo… todo dentro del mismo universo y combinado perfectamente. En el mundillo de los aficionados siempre se ha defendido que “Dune” es a la ciencia ficción lo que El Señor de los Anillos es a la fantasía heroica.

Y no se queda ahí: el trabajo de Frank Herbert en “Dune”, además de ser reconocida como una de las grandes obras esenciales de la ciencia ficción clásica, se caracteriza por la forma en la que proyecta el desarrollo y evolución de las estructuras sociales y científicas humanas bajo un conjunto distinto de circunstancias (característica que podemos disfrutar en otras obras del mismo autor, como puede ser “Creadores de Dios”).

Además, va aderezado con la comprensión –matizada por su opinión, claro está– de la evolución humana, la supervivencia de la especie y la aplicación de las doctrinas religiosas (de las que reconoceréis varios elementos). Pero, para debatir sobre estos temas, es mejor haber disfrutado de “Dune” en cualquiera de sus formatos… y tener a la gente de Akira cerca para intercambiar impresiones, por supuesto.

Mucho. Y extenso, tanto en trasfondo como en tiempo. ¡Pero no os vayáis a asustar! Porque resulta apasionante, e iréis entrando sin daros cuenta.

Veréis: aunque lo que podemos denominar la “saga central” transcurre en un periodo de tiempo relativamente corto, el conjunto de la serie abarca decenas de miles de años. De todas maneras… ¡No es obligatorio leerlo todo, por supuesto! Pero la saga central sí. Hablaremos de ello más adelante.

Y seguimos: “Dune” no es una space opera con marcianitos, sino que tiene lugar decenas de miles de años en nuestro futuro. El hecho histórico de referencia que veremos en los libros de la saga central es la llamada Jihad Butleriana, que fue una guerra entre humanos y máquinas que llevó a la prohibición del desarrollo de cualquier modelo de inteligencia artificial. Obviamente, esta circunstancia condiciona el desarrollo tecnológico, obligando al ser humano a encontrar otras alternativas…

 …y las encuentran: humanos aumentados como reemplazo de los ordenadores, que podemos ir discerniendo en el libro: seres que dependen de ciertas sustancias para el desarrollo de sus habilidades, o colectivos que se someten de por vida a intensos y brutales entrenamientos para contar con habilidades superhumanas.

Como ejemplos, podríamos poner a los navegantes de la Cofradía, cuya presciencia para planificar rutas y plegar el espacio depende en exclusiva del consumo de melange; a los mentats, que son computadoras humanas expertas en la planificación, estrategia y uso de la lógica, que consumen zumo de sapho, una droga que aumenta sus habilidades…

Mientras que en el lado del duro entrenamiento físico encontramos a la Bene Gesserit, potente facción en la sociedad, política y religión de este universo , que se someten a una vida dedicada en exclusiva al servicio y al entrenamiento hasta poseer capacidades físicas y mentales sobrehumanas; o a los maestros de la espada de Ginaz, una orden casi monástica dedicada al entrenamiento técnico-militar de la esgrima con cualquier arma blanca.

Con respecto a las facciones y a las tramas de guerra y política… demasiado como para tratarlo aquí, aunque tocaremos un poquito. Parte de la magia de “Dune” es, precisamente, el lento pero preciso despliegue de su mundo. No sé cómo lo hará Denis Villeneuve –porque es un papelón complejo– pero, en los libros, se va comprendiendo mejor el Duniverso según las piezas que van apareciendo se vuelven importantes para la historia y las vas encajando. Y me paro aquí que, si suelto spoilers, me saltarán al cuello y me cancelarán de por vida borrando la memoria de mi modesta obra y existencia hasta que la maldición dure –como mínimo- tres generaciones.

¡No, hombre! Más que nada porque, para entender de qué trata Dune, debemos repasar un poquito las líneas principales de la historia. Pero lo haremos con cuidadito para no soltar detalles importantes de la trama, que nadie pueda llegar a movilizarse para hacerme desaparecer de la memoria colectiva.

Veamos… es en este punto en el que nuestro viaje nos lleva a Arrakis, el nombre del planeta desértico que también es conocido como Dune. ¿Por qué es tan importante como para ser el centro de toda la historia si es un erial desierto?  Pues porque es el único lugar del universo en el que se encuentra una droga geriátrica llamada melange, que es uno de los motores principales de la economía y la sociedad del Duniverso.

La “especia” (nombre popular de la melange) le da una serie de beneficios a sus consumidores: alarga la vida, mejora la capacidad física, a algunas personas les otorga presciencia –la capacidad para ver el futuro–… pero es altamente adictiva. Su mayor importancia es que es fundamental para el desarrollo de los viajes espaciales, ya que los navegantes utilizan esa presciencia para prever las mejores rutas y, así, doblar el espacio para llegar al destino con seguridad.

Como os podéis figurar, en  un entorno totalmente árido y hostil como es el eterno desierto arrakeno, los lugareños, llamados Fremen, son duros como el pedernal y desconfían extremadamente de los extraños. Sobreviven gracias a los destiltrajes, un traje de supervivencia que recicla toda la humedad generada por el cuerpo humano.

Por otra parte, la recolección de especia implica controlar los movimientos de los gusanos de arena, enormes criaturas que se ven atraídas desde las profundidades de la arena por la vibración rítmica y artificial de las recolectoras. Creedme si os digo que, si emerge un gusano de arena, la gente quiere estar muuuuuy lejos. No obstante, todos estos riesgos no son suficientes a la hora de buscar alternativas a la melange, así que os podéis figurar el valor que se le atribuye tanto para mantener el comercio interestelar como para satisfacer el vicio de quien puede pagarla. Arrakis es, por tanto, el planeta más valioso del espacio conocido.

Pero la administración de los recursos está gestionada por un órgano consultivo combinado que incluye a la Cofradía, el Landsraad –el conglomerado de las casas nobles del Imperio- y el emperador Shaddam Padishah, el gobernante del universo conocido. Dentro del Landsraad, las casas Atreides y Harkonen son enemigas acérrimas. Al inicio del libro, el duque Leto Atreides se prepara a trasladar a su familia a Arrakis, ya que el emperador le ha entregado el control de la recolección de especia, tomando el relevo de la casa Harkonnen.

Como os podréis figurar, el barón Vladimir Harkonnen está más cabreado que una mona, así que la transferencia de poder en Arrakis no va a ser fácil.

Los eventos que se desarrollarán a partir de ahí son toda la sustancia de “Dune”… y ahora es vuestro turno.

Pero mira que sois vaguetes…

Sí, las hay. Y os las voy a presentar: la más conocida es la versión que adaptó David Lynch en 1984. Pero, si la ves y crees que eso es “Dune”… vuelve a pensarlo. Este “Dune” se toma muchas licencias con respecto a la historia original de Frank Herbert.

En el año 2000, SyFy lanzó una miniserie dirigida por John Harrison: “Dune: la leyenda”. Y, 3 años más tarde, también se atrevió con “Hijos de Dune”. Se le ve cierta falta de presupuesto y medios técnicos, pero es mucho más fiel al original.

Y hay otra alternativa que os demostrará lo difícil que es el adaptar esta fantástica obra al cine: el documental de 2013 “Jodorowsky’s Dune”: en los años 70 del siglo pasado, Alejandro Jodorowsky se propuso desarrollar una versión cinematográfica delirante y fabulosa, pero resultó un intento fallido. Una lástima.

De momento, solo “Dune”. Y, después, amplía si quieres al resto de la saga central. Pero, por si luego quieres más, te dejo la guía de lectura de todos los libros. ¡Cuidado! No todos están traducidos al español (que yo sepa). ¡Ahí va!

Ahora depende de vosotros el adentraros en el Duniverso. Os anticipo que “Dune” es una novela increíblemente densa, rica en detalles y desarrollo de personajes. Apreciaréis que adaptarla al cine es muy difícil. Así que no nos queda más que ver cómo le va a Villeneuve con ello.

¡Y siempre estaremos a vuestra disposición para hablar de ello en Akira Cómics!