Con el corazón a mil, Izumi consiguió darle por fin las galletas de San Valentín a Hashiba, pero le pudo la emoción y acabó llorando sin querer. ¿Y ahora qué pasará con estos dos?
Mientras tanto, a Yano y a Yoshida se les pega una chica un pelín rara... ¿No os resulta un tanto familiar esa cara? Entre amores, amistades, planes de futuro y tropiezos de los buenos... ¡Yano y sus amigos siguen dándolo todo!