Mio y Shun empiezan a vivir en Tokio. Shun lleva mucho tiempo sin escribir novelas, pero su editora lo presiona diciendo que ya es hora de que vuelva a coger la pluma. Su responsable editorial es ahora Fukuchi, feliz y capaz como nadie en la empresa. Shun no tiene ganas de nada, pero, sin saber cómo, acaba en el hipódromo con Mio, Fukuchi y Kusano, el amante de las carreras de caballos.