Han pasado 10 años desde que Mafuyu y Ritsuka se graduaron y el grupo Given debutó por la puerta grande. Entre la dedicación que les requiere Given y, en el caso de Ritsuka, el apoyo que presta al grupo Syh de Hiiragi y Shizusumi, cada día es más ajetreado que el anterior.
A veces discuten, a veces alguno se marcha de casa y otras veces se acurrucan juntos en el mismo futón. Esta secuela entrelaza de forma preciosa la realidad de nuestros protagonistas una década más tarde, cuando ambos ya han crecido y madurado, con el de las personas que aprecian y que siguen acompañándolos en su camino.