NAILA ES UNA FRACASADA
Mientras todo el mundo progresa en la vida, ella ha perdido la esperanza de encontrarle un sentido a la suya. Deambula sin rumbo, sin una vocación que la guíe. Se considera una persona por definir, construida a medias, y cree que no es lo suficientemente buena en nada.
BRUNO NUNCA FRACASA
Siempre ha tenido muy claro su objetivo: un trabajo cómodo, estable y bien remunerado. Tras mucho esfuerzo, ha logrado lo que deseaba, pero la meta no tiene nada que ver con lo que esperaba. Aun así, abandonar lo que tanto le ha costado conseguir lo haría sentir como un completo perdedor.
A veces, para encontrarse en un laberinto lo mejor es perderse
Cuando las vidas de Naila y Bruno se entrelazan de manera inesperada, todo aquello que creían ser se desmorona. Atreverse a sentir significa compartir con el otro esas partes de sí mismos que evitan mostrar al resto. Puede que la solución sea dejarlas salir, o puede que esta sea la razón por la que todo se venga abajo.
Cuando los sueños se marchitan por el camino,
el amor es el único refugio en el que mantenerlos a salvo.