Y, el último hombre: primeras impresiones de la serie

“Y, el último hombre” se suma al “mogollón” de series y películas basadas en un cómic con las que las distintas plataformas buscan captar audiencia entre los neófitos del cómic, el público generalista y el tipo de espectador adicto al Noveno Arte.

El día 22 de septiembre, Disney + estrena esta serie de FX basada en el cómic de Brian K. Vaughan (“Ex Machina”, “Saga”, “Runaways”) y Pia Guerra y que previamente se ha estrenado internacionalmente en HULU. Con motivo de su llegada a España, y aprovechando que nuestro staff pudo disfrutar de su primer episodio durante un pase privado por cortesía de Disney +, hemos creído oportuno hablarte de ella y ofrecerte nuestras primeras impresiones.

Así, en las siguientes líneas, te hablaremos de esta serie de Eliza Clark, que protagonizan Ben Schnetzer, Olivia Thirlby, Amber Tamblyn, Diane Lane y Ashley Romans. Pero antes, como viene siendo costumbre, hablemos del cómic original de “Y, el último hombre”.

Posiblemente, muchos hombres hayan deseado ser el último tipo en el mundo por motivos más que evidentes. Sin embargo, el panorama resultante no resulta tan halagüeño como el principio que motiva esta fantasía pudiera sugerir. De hecho, como bien expusieron Vaughan y Guerra en el cómic original, más bien es una pesadilla para cualquier persona con el juego de cromosomas XY.

Así, en el cómic de “Y, el último hombre”. la acción arranca cuando todos los hombres cisgénero (es decir, de nacimiento) y todos los mamíferos masculinos caen fulminados casi al instante y el mundo queda poblado únicamente por mujeres. ¿Hemos dicho todos? Bueno, realmente no. Porque un joven llamado Yorick y su mono capuchino Ampersand se han librado por motivos desconocidos… por ahora.

El caso es que Yorick se ve arrastrado a sobrevivir en un mundo postapocalíptico en el que él es el último hombre vivo. Algo que le convierte en un “trofeo” muy útil para diversas partes interesadas: desde lo que queda del Gobierno de EEUU, hasta el MOSSAD israelí, pasando por cultistas, organizaciones secretas de Extremo Oriente y una facción misándrica de mujeres que se hace llamar así mismas “amazonas”.

¿En el lado de Yorick? Una superagente del servicio secreto y… ¡Uy! ¡No, ya paramos! No te contamos más. No vaya a ser que te estropeemos la serie y el cómic. Lo que sí haremos, eso sí, será recomendarte la obra original, que merecería estar entre nuestros cómics de Ci-Fi preferidos.

De hecho, no hará mucho, Ecc ediciones lanzó una edición integral “Y, el último hombre” que merece la pena. Aunque, por manejabilidad, la edición en cartoné, dividida en 5 tomos, quizá te resulte más interesante.

Dicho esto, vamos allá con las primeras impresiones de la serie.

Antes de juzgar comparaciones entre la serie y el cómic de “Y, el último hombre”, hemos de entender que entre la publicación del cómic original y el título que llega ahora a Disney + hay casi 20 años de diferencia. Esto implica dinámicas y sensibilidades muy distintas. Y, ojo, recordemos que Brian K. Vaughan es conocido precisamente por su enfoque progresista e integrador en las obras que ha rubricado.

Con esto en mente, hemos de tener en cuenta que, lógicamente, la serie de Disney + de “Y, el último hombre” no es una lectura literal del cómic original y apuesta por insertar personajes de otras identidades sexuales y proceder a la racialización de ciertos personajes (aunque de forma simplista, limitándose a convertir en afrodescendientes a caucásicos y prescindiendo de otras etnicidades, vaya).

También, hemos de incidir en que adopta ciertos postulados políticos y posicionamientos tendenciosos de forma expresa. Todo ello, claro, como parte de una estrategia de marketing llamada a generar debate y controversia en redes sociales.  Pero siempre desde la seguridad de la barrera, claro.

Tras ver el primer episodio, sospechamos que la serie no se atreverá a entrar en terrenos cenagosos y eliminará las tramas más controvertidas del cómic original como es el motivo real del holocausto masculino, el papel del gobierno israelí en el drama posterior y, por supuesto, ciertos roles y actitudes negativas de personajes femeninos en detrimento de un retrato menos positivo de los personajes masculinos.

Es decir, sospechamos que la serie blanqueará la acción para el público americano de la misma forma que lo hiciera “The Boys” (cuya adaptación prescindió del elemento del 11-M y de otros enfoques realmente incisivos que pudieran generar rechazo por parte de la audiencia yankee). De este modo, presentará elementos “aceptables” para jugar a la “transgresión” sin llegar a caer nunca en temas que puedan afectar su permanencia en parrilla y crear la falsa ilusión de un discurso “crítico” desde una posición “mainstream”.

Dicho esto, también debemos admitir que se trata de una estrategia lógica. A fin de cuentas, no toda serie basada en un cómic puede ser literal respecto a la propuesta original. De hecho, esto nos hace suponer que las próximas adaptaciones de “Grendel” y de “The Sandman” de Netflix procederán a un blanqueo similar de sus temas más espinosos e inconvenientes. Aunque quizá nos equivoquemos… ¿quién sabe?

Igualmente, debemos hacer notar que las relaciones de los personajes y los detonantes del drama se han retorcido un punto más allá. Pero, obviamente, con la clara intención de generar lo que en el mundillo se denomina “salseo” y expectación. El medio impreso y el “culebrón” audiovisual comparten algunas reglas, pero en otras difieren, y esto obliga a producir tragedia de manera industrial a fin de captar y retener a la audiencia.

Más allá de esta consideración, hemos de admitir que el primer capítulo adapta bastante bien lo propuesto en los primeros números del cómic. El tono y el saborcillo a pesadilla distópica está implícito y también es de alabar que desarrolle ideas que Vaughan y Pia Guerra no tocaron inicialmente y que desarrollaron a modo de retrospectiva según la serie avanzaba.

El reparto tampoco está nada mal, y tanto Ashley Romans (Agente 355) como Ben Schnetzer (Yorick) y Olivia Thirlby (Hero, la hermana de Yorick) están no solo bien buscados, sino que su actuación resulta muy creíble y su caracterización es adecuada para los conceptos actuales de sus respectivos personajes. Además, ¿qué diablos?, la inclusión de Diane Lane en la serie nos gusta y nos promete bastante calidad actoral de cara al futuro. Y lo mismo se aplica al resto del elenco.

Por otro lado, Louise Friedberg, directora de los primeros episodios, hace un buen trabajo a la hora de recrear este escenario apocalíptico, metiéndonos ya desde el primer episodio en ambiente. La atmósfera capta nuestra atención y logra transmitirnos precisamente esa sensación de fatalidad. Algo que debemos elogiar.

En conjunto: no esperes una versión punto por punto fiel al cómic de “Y, el último hombre”. Quédate con que es una adaptación maja y adecuada al momento actual, acorde a los gustos generalistas y que tiene papeletas para funcionar sin necesidad de prolongarse más allá de 3 o 4 temporadas (lo que es de agradecer). Además, tiene suficientes guiños al cómic para que hasta el público más “talifán” le perdone los pecadillos de forma.

Nuestra opinión es que deberías darle una oportunidad, porque pinta que va a ser una serie muy maja. Pero también dale tiempo, da la impresión de que va a necesitar todavía un par de episodios más antes de coger músculo. De hecho, podría ser la candidata para sustituir a “The Walking Dead” como “serie friki más conocida” cuando esta se extinga. ¡Ahí es nada!

Y, con esto, concluimos. No sin antes recordarte que en el horizonte hay ya varias series sobre cómics que vendrán dentro de poco a nuestras plataformas digitales. Por eso mismo, si quieres prepararte de cara a su visionado, no dejes de visitarnos en Akira Cómics. Si la serie tiene cómic, seguro que está en nuestro fondo de almacén.