Willow: primeras impresiones de la serie de Disney +

02/12/2022
  • “Willow”, la serie secuela, se ha estrenado. La plataforma Disney + cuenta en su catálogo con sus dos primeros capítulos y nosotros te traemos nuestras primeras impresiones. Eso sí, sin spoilers de los que destripan la trama.

  • Disney + se dispone a cerrar 2022 con el estreno de su gran apuesta en material de fantasía: “Willow, una serie que sirve de secuela a la película original pergeñada por George Lucas y dirigida por Ron Howard en 1988.

    De esta manera, la nueva serie arranca al menos un par de décadas después de la película original, después de que el aprendiz de hechicero Willow Ufgood (Warwick Davis) salvara a la profetizada salvadora del mundo Elora Danan de las garras de la vil bruja Bavmorda (Jean Marsh), y así se impusiera la luz en los reinos.

  • Tras veinte años de reinado pacífico y próspero, la reina regente Shorsha (Joanne Whalley) mantiene la paz desde el castillo de Tir Asleen y se dispone a firmar un acuerdo que unirá su corona con la del aliado y vecino Galladoorn.  Sin embargo, un inesperado y devastador suceso obligará a Shorsha a confiarle una misión de vital importancia a su hija Kit (Ruby Cruz), la cual liderará una compañía para reclutar al famoso hechicero Willow, cuya ayuda es la única que evitará el regreso de un antiguo mal.

    Y hasta aquí la sinopsis de esta serie creada por Jonathan Kasdan (“Han Solo: Una historia de Star Wars”) y que cuenta con el talento adicional de Ellie Bamber (“Orgullo + Prejuicio + Zombis”), Erin Kellyman (“Falcon y El Soldado de Invierno”), Tony Revolori (“Spider-Man: Lejos de Casa”) y Amar Chadha-Patel (“La Rueda del Tiempo” de Amazon Prime Video), entre otros.

    En las siguientes líneas, pasaremos a contarte nuestras impresiones más detalladas sobre esta soft-reboot de “Willow”, sus puntos fuertes y sus flaquezas hasta ahora.

  • Willow contra el enemigo más terrible: la nostalgia

  • 2022 ha sido un año fuerte para la Alta Fantasía y el género en series.  A saber, en los últimos doce meses tuvimos el estreno de “La Rueda del Tiempo”, la siguiente temporada “The Witcher” y, por supuesto, sus dos grandes competidoras directas: “La Casa del Dragón” y “Los Anillos de Poder”, que han sido objeto de polémicas y de memes por doquier.  Y frente a todas ellas, el objeto de nuestra reseña debía significarse.

    Y así ha sido. Porque “Willow” se constituye como un producto nostálgico traído de vuelta para nuevas generaciones de fans. Para lo bueno y para lo malo.

    Pero vayamos paso por paso.

  • Primero, hagamos un poco de memoria y contextualicemos. La película original de “Willow” fue siempre la historia menos explotada de Lucasfilm, aunque gozó de mayor aceptación global entre el público general de lo que la primogénita de la casa “Star Wars” jamás logró debido a su accesibilidad como “cuento de hadas” alejada de la space opera de Lucas.  Un honor que compartió con la trilogía de Indiana Jones, que la convirtió en un icono de su década.

    Esta singularidad viene acompañada de que apenas hay “material más allá de la película”, salvo algunas obras accesorias que expanden el mundo de “Willow”, incluso en videojuegos. Por lo que estamos ante una franquicia cuya principal referencia en 35 años ha sido la película de marras.

    Por tanto, encontramos dos problemas capitales al encarar esta serie. Uno, que la película de “Willow” necesitaba una secuela, tanto como un pulpo un par de alas. Y dos, el enorme vacío referencial del que parten para llevarla a cabo; un escollo del que no parten otros productos de Lucasfilm.

  • Del primer traspiés solo diremos que esto es una industria de entretenimiento y que el factor nostálgico genera pingües beneficios. Del segundo…  Mejor meternos en la piel de los responsables para entender el rompecabezas que se les ha planteado.

    Porque estos últimos se han visto en la necesidad de “partir prácticamente de cero” para desarrollar una secuela que expanda aún más lo que sabíamos ya del mundo de Willow. Y para ello se fijan en el modelo de la última trilogía de “La Guerra de las Galaxias”, tratando de evitar aquellos puntos que fueron los que más enojaron al fandom de grupo duro (especialmente contrarios a lo propuesto en el “Episodio VIII”).

    Y, de este modo, el retorno del mundo de Willow y Elora Danan se arregla con una solución que supone café para todos: ajustarse lo máximo posible al relato y a la mitología, estética y planteamiento originales, pero aceptar concesiones y cambios necesarios para plantear un proyecto del siglo XXI.

    En aras de llegar a este compromiso de querer contentar a todo el mundo, se cimenta una continuidad establecida en base a la nostalgia, proponiendo la evolución del escenario dos décadas después de la película. Pero lo hacen con continuos guiños y referencias que sirvan para recordar al fan que este sigue siendo el mundo de fantasía que recordamos, en pos de ganarse al nostálgico recalcitrante. Es decir, los puentes que deberían tenderse se convierten en recordatorios constantes de la película que nos encandiló en su momento.

  • Pero, ¡eh, cuidado!, ya no son los años 80 del siglo XX, sino 2022.

    Esto implica que, efectivamente, exista mayor preponderancia de intérpretes de origen no caucásico y una mayor representatividad de personajes femeninos e incluso un ligero romance homosexual. Es decir, la serie toma lo más emotivo de la cinta y lo adapta de acuerdo con las tendencias y convenciones del momento presente.

    A partir de ahí, hemos de entender que a nivel narrativo no estamos ante un reboot o retcon de la aventura original. No, esto debe entenderse como un metafórico segundo viaje, destinado a ser un punto de encuentro entre la generación que conoció a “Willow” en los cines y la actual, que lo disfrutará en sus pantallas, y con el que se trata de rendir homenaje a aquel hito del cine fantástico.  

    Afortunadamente, los actores defienden papeles majos, bien escritos (aunque arquetípicos) y cualquier tipo de desconfianza por el relevo generacional que encarnan debería diluirse. Principalmente porque sus motivaciones quedan muy bien dibujadas y podemos ya palpar su evolución. Aunque, debido precisamente a su estereotipación, también podemos aventurar cómo culminarán sus respectivos arcos.

  • Además de lo expuesto, como la nueva serie de “Willow” tiene que contentar a los nostálgicos que quieren ver preservado aquel mundo mágico, ¿cómo lo hace? Por la calle del medio, con unos decorados que hace treinta años eran fabulosos, pero hoy no alcanzan un nivel de espectacularidad óptimo. De hecho, su aspecto de set de rodaje de serie-B tiene un sentido. Si bien intenta evocar aquel espíritu, hoy, en las pantallas más modernas y nítidas es imposible enmascarar el cartón piedra. Es por ello que la imaginación del espectador se erige como único remedio para enmascarar el truco.

    Esto, a su vez, nos lleva a que le veamos las costuras a la secuela. Y aún así, con su regulero acabado final hemos de admitir que el director de estos dos episodios, Stephen Woolfenden (responsable de las segundas unidades de varias entregas de “Harry Potter” y la trilogía “Animales Fantásticos”) hace un trabajo correcto y logra que la serie funcione.

    Porque no perdamos de vista que ya no estamos viendo la película original. Esto es otra cosa. Es el comienzo de una nueva saga, con elementos de hace treinta años que se suman a nuevos héroes acordes a las tendencias y al público actual, con los temas clásicos pero los enfoques contemporáneos. Hemos de encararla así, como una obra independiente pero deudora de la anterior, en lugar de como una prolongación de aquella epopeya que nunca llegamos a ver en la gran pantalla y que, secretamente, siempre quisimos que se produjera en alguna década anterior.

    Por lo pronto, hechas estas consideraciones, concluimos que el arranque ha sido correcto. Necesariamente lento para presentar a los héroes y a la amenaza principal, pero con un adecuado ritmo que precisamente emula el estilo literario de una novela del género. Una marca de identidad que le da entidad, diferenciándola de sus competidoras.

  • Con todo, quizá lo que más nos ha chirriado han sido los créditos finales de sendos episodios, acabados con temas musicales modernos que no casan para nada con el tono y planteamiento de la serie. Una decisión poco meditada y que destroza cualquier aura nostálgica con la conclusión de cada uno de los capítulos.

    Concluimos, por lo pronto, creyendo que hay que darle una oportunidad a esta serie, la cual esperamos que haga justicia a la película de “Willow”, una cinta que nos encanta a todo el personal de Akira Cómics y con la que seguimos disfrutando como unos enanos.

Jesús Delgado


Periodista y fan de la vieja escuela. Comicófilo, seriéfilo y cinéfilo de pro. Donde los demás encuentran placer y ocio, yo además obtengo trabajo. Si tiene páginas y viñetas, puedo leerlo y analizarlo.

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