Review de Vota a Loki: el candidato que merecemos y necesitamos

El 4 de mayo de 2021 es un día calentito en toda España, debido a las elecciones a la asamblea de la Comunidad de Madrid. Quizá impregnados por ese espíritu, hemos decidido aprovechar la fecha y, tomándonoslo con humor, hemos optado por hablaros de un cómic que nos viene que ni pintado: “Vota a Loki”.

Salvando las distancias con la realidad, y sin intención de posicionarnos con ningún grupo político, hemos creído oportuno sacar a relucir esta rara avis de Marvel Comics, publicada originalmente en 2016 pero que no ha llegado a España hasta el presente año. Sobre todo, porque, ojo al dato, no estamos ante un cómic de superhéroes (o supervillanos) al uso.

“Vota a Loki” es una sátira política del sistema electoral norteamericano, pergeñada durante la campaña electoral que enfrentó a Donald Trump y a Hillary Clinton y que está llamada a hacer sangre del funcionamiento de la masa de electores de EEUU, del sistema político y el papel de los medios de comunicación (incluidas las redes sociales) en todo el proceso.

Por todo ello, como decimos, creemos que es un cómic que hemos de recomendaros en estas fechas, ya que, al margen de las simpatías políticas personales de cada persona, sospechamos que no os va a pasar inadvertida esta lectura. ¡Y, si nos crees, dentro reseña!

En primera instancia, hemos de decirte una cosa: nos alegramos de que finalmente se haya publicado este cómic en nuestro país, ya que es una lectura que nos hubiera gustado recomendaros en su momento en el artículo dedicado a los mejores cómics de Loki.

Y, de hecho, es una grata novedad en nuestro fondo, ya que la serie de Marvel Studios llegará a la plataforma de Disney + el 11 de junio, por lo que es bueno poder echar mano de él. Dicho esto, podemos entrar en faena.

Ante todo, como ya hemos señalado antes, “Vota a Loki” no es un cómic habitual en las publicaciones de la Casa de las Ideas o de DC Comics. Aunque sí que tiene una fuerte carga de ADN Marvelita, debido a sus guiños a la realidad y a la cultura popular. Una característica propia de la editorial de Spider-Man, tal y cómo te contamos en el artículo dedicado a Marvel vs. DC. 

Se trata de un cómic autoconclusivo e independiente que, curiosamente, puede leerse (a grandes rasgos) sin necesidad de tener familiaridad con la continuidad de Marvel. Un dato muy importante, que le hace ganar enteros y juega a su favor. Aunque, para concretar, se desarrolla durante el periodo acaecido entre Secret Wars 2015 y los eventos de Civil War 2, con el auge de la Thor Diosa del Trueno y los primeros días de Sam Wilson como Capitán América.  

Su idea es la de plantear un “candidato independiente”, una tercera fuerza política en la carrera presidencial de EEUU que se opone a republicanos y demócratas por igual. En este caso, ese candidato es Loki, un personaje vil, sin escrúpulos y sinvergüenza, que va a utilizar el sistema americano, los miedos y simpatías del electorado y los valores occidentales para llegar hasta la Casa Blanca. Aunque, para ello, tenga que mentir, liar y utilizar la crispación social en su favor. ¿Os suena de algo? A nosotros sí.

A partir de ahí, el tándem de autores, formado por el guionista  Christopher Hastings (“Masacre: Miedo Encarnado”, “Masacre: Agente Secreto”) y Langdon Foss (“La Carta 44”) desarrollan cómo Loki juega con la opinión pública norteamericana, sus filias y sus fobias, como el buen trilero que es, haciéndoles bailar a su son. Como te imaginarás, no dejan títere con cabeza.

Sin embargo, aquí llega el primer problema de la obra: se trata de un cómic hecho por y para estadounidenses. Y nos explicamos aquí. Aunque, como personas nacidas en Europa y criadas en un sistema de valores liberales y occidentales, estamos familiarizados con ciertos sistemas y dinámicas políticas, “Vota a Loki” tiene un fuerte sesgo yanqui.

Es decir, el lector español considerará surrealistas, delirantes y carnavalescos algunos sucesos que, vistos desde nuestra perspectiva, puede parecer que se salen de madre. Sin embargo, Hastings lo único que hace es plasmar la realidad estadounidense, estirándola hasta su límite y desarrollándola en un escenario marvelita.

En este sentido, el planteamiento de la obra debe entenderse como una obra de autocrítica a la propia política americana, pero también a la visceralidad del electorado y su veleidad y caprichos. Como ejemplo, sirva el tropo de cómo, muchas veces, ni siquiera importa el perfil del candidato (o candidata), sino el mensaje que les hace llegar. Por muy facilón (y/o falso) que sea este.

En esta línea, muchos elementos propios de Estados Unidos resultan quizá algo distantes para un europeo. Y, aunque son entendibles para este, no se llegan a asumir con la misma naturalidad con la que alguien de EEUU podría absorberlos, ya que forma parte de su propia identidad nacional. Sobre todo por el peso que un concepto como el de la mentira, y su castigo, juega en el sistema político americano y la consideración popular de esta.

Por eso mismo, si bien es cierto que el autor resulta certero, queda limitado a un contexto, público y enfoque. Y, aún así, no podemos quitarle el mérito ni la genialidad. Si bien es cierto que, posiblemente, un guionista británico hubiera sido más mordaz y ácido a la hora de criticar los puntos flacos del sistema americano, Hastings hace un trabajo notable como escritor de esta obra al retratar a los americanos durante uno de sus más sagrados ritos políticos.

Luego, a nivel visual, podemos dar una de cal y otra de arena. En cierto sentido, Langdon Foss no es un mal ilustrador. Quizá no hubiera sido nuestra elección, de entrada, para este título, pero sí hemos de admitir que su estilo, orientado más a la línea independiente u otros géneros que no sean “de superhéroes”, resulta adecuado para este relato.

El problema, tal y cómo nosotros lo entendemos, viene dado por la vistosidad de las portadas de la serie original, realizadas por Tradd Moore (“The Strange Talent of Luther Strode”), las cuales presentan un abrupto contraste en relación con las páginas interiores de Foss.

Aun así, no vamos a tirar por tierra los diseños de este último, que se alejan de la caracterización de Tom Hiddleston para las películas, antojándosenos cierto parecido al Saul Goodman de Bob Odenkirk (“Breaking Bad”, “Better Call Saul”). Una elección tan certera como divertida, ya que nos dice, claramente, que Loki no deja de ser poco más que un abogado liante, un vendedor de coches de segunda mano y un timador. Y quiere que lo sepamos.

Por otro lado, que sus diseños planteen cuerpos no normativos, físicos y ascendencias diversas y una amplia gama de expresiones faciales le hace ganar enteros. A pesar de que el precio sea el de alejarse de un estilo normalizado en los cómics del género, claro. No obstante, atendiendo a la naturaleza semi-independiente de este cómic, que puede entenderse como un relato de sátira y fantasía, nos vemos abocados a defender su estilo y trabajo.

En conjunto, concluimos ya, estamos frente a un cómic muy inteligente y divertido. Es una ácida parodia con enormes dosis de crítica que resulta cuanto menos estimulante. Máxime, cuando nos hace replantearnos las inequidades del sistema, sus fallos y cómo hemos de combatirlas. Aunque no se trate de un título que pensemos que vaya a pasar a los anales del cómic, al no resultar excesivamente provocador o revolucionario, creemos que “Vota a Loki” es una obra que debe leerse… incluso tan solo por la curiosidad que despierta.

Además, como colofón. Te recordamos que en la presente edición española se incluyen dos “extras” curiosos: uno es la primera aparición de Loki en los cómics de Thor, en el “Journey into Mistery #85” (1962). El otro, una recapitulación de la creación de los Vengadores, narrada por el propio Loki en “The Avengers #300” (1989). Ambos son muy gratos contenidos adicionales, idóneos para los fans de Loki.

Y “sanseacabó”. Por supuesto, este no es el primer cómic americano que trata temas de política. Hemos estado echando un vistazo en nuestro fondo de Akira Comics y creemos poder señalar algunos más que versan también sobre esta materia y en los que, además, también aparece alguna que otra celebridad real. ¡Pásate a vernos y te contaremos cuáles son!