Reseña de Black Hammer: Orígenes Secretos
Jesús Delgado
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Black Hammer: Orígenes Secretos, de J. Lemire y D. Ormston, ganadora de dos Eisner en 2017 y el Premio al Mejor Cómic del Gremio de Libreros de Madrid de este año. Reseñamos su primer volumen.
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Astiberri nos tiene acostumbrados en los últimos años a títulos americanos bastante sabrosos. No solo nos referimos a su edición española de “Bone”, de Jeff Smith, o “Sex Criminals”. También hablamos del objeto de nuestra reseña de hoy, su apuesta por el género de los superhéroes: “Black Hammer”.
Y es que “Black Hammer” es una joyita que viene pisando fuerte en 2017. De entrada, ya ha sido la ganadora de dos premios Eisner este mismo año, al de mejor cómic y al de mejor rotulación (para el rotulador de la edición original Todd Klein).
Además de esto, “Black Hammer” ha emergido como ganadora del III Premio de Mejor Cómic del Gremio de Libreros de Madrid 2017, un premio ganado a pulso, por cierto. -
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¿Pero de qué va este cómic del que te hablamos?
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Argumento de Black Hammer
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“Black Hammer” es una historia de Jeff Lemire, a quien conoceréis por su paso por “Justice League Dark” y por “Constantine”, en donde demostró su gusto por lo sobrenatural. El dibujo corre por cuenta de Dean Ormston, a quien recordaréis por haber sido uno de los ilustradores del primer volumen de la serie “Lucifer” de Mike Carey.
La trama de “Black Hammer” propone el aciago destino que ha sufrido un grupo de superhéroes, perdidos en una dimensión paralela, recluidos en una suerte de recreación de la América profunda. -
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Desprovistos de sus principales habilidades, el grupo sufre una serie de tensiones debidas a la década de aislamiento y las diferencias entre ellos se hacen más y más irreconciliables.
A lo largo de los 6 capítulos que componen el volumen I de la serie, titulado “Black Hammer: Orígenes Secretos”, somos testigos de cómo los héroes comienzan a resignarse a su situación, a pesar de que siguen aferrados a su vieja vida, sabiendo que no pueden regresar. -
Una deconstrucción más, esta vez en el corazón de EEUU
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Jeff Lemire nos propone una historia bien argumentada, salpicada de detalles, pero no tan original como pudiera parecer. El animador canadiense se deja llevar por esa fiebre que parece haber invadido a la industria desde la publicación de “Watchmen”, por la cual todo autor que quiera dejar su impronta en el mundo del cómic debe hacer una deconstrucción de los superhéroes, parodiándolos, criticándolos, rindiéndoles tributo o una mezcla de todo ello.
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Ahora bien, en cierto sentido, Lemire sí innova, trasladando su exposición a una dimensión paralela, que por ende resulta el lugar menos atractivo para un superhéroe: El Medio Oeste de Estados Unidos. Allí, la sofisticación de la gran ciudad (Spiral City, para más señas) en la que mora el héroe no es considerada anatema, sino algo completamente ajeno o perverso.
Es en este ambiente en el que héroes veteranos que llevan luchando contra el crimen y el mal deben sobrevivir, teniendo que aceptar que han sido arrastrados a una suerte de infierno personal, limitados a llevar vidas casi en la sombra. Al menos, si quieren evitar una turba enfurecida armada con horcas y antorchas en su porche.
Cabe destacar que, por otro lado, el grupo de héroes se basa en personajes de DC, recurriendo a la idea de personajes estereotípicos que, culturalmente, el lector medio podría identificar como sosias de Shazam, Adam Strange, el Detective Marciano, Wildcat y otros héroes de DC de segunda división con cierta solera. -
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En este sentido, la crítica también queda servida al mostrar cómo estos arquetípicos de la Edad de Oro y de Plata de los cómics han envejecido, siendo víctimas del descreimiento de la sociedad moderna.
Esto, por cierto, se transpira a modo de metáfora a lo largo de la narración, lo cual es uno de los principales ganchos de la obra junto al trabajo de documentación y creación de personajes, sólidamente cimentado. -
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Por otro lado, tampoco hemos de perder de vista al tándem de artistas formado por el dibujante Dean Ormston y el colorista Dave Stewart.
Ciertamente, Ormstom cuenta en su contra con el handicap de ser un dibujante que bien podría ser considerado “feísta” para el público menos entrenado o aquel que exija cierto realismo o espectacularidad visual. Sin embargo, en honor a la verdad, su trabajo se presta para este cómic de carácter independiente que no pretende realzar la belleza del mundo de los superhéroes, sino más bien el ocaso de su grandeza. -
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En esta línea, el dibujante ofrece un estilo de pesadilla que se adapta a la idea de la prisión paranormal en la que viven estos héroes decadentes y sin esperanzas, cuyos mejores días han pasado y que ahora viven una maldición.
El trabajo de Dave Stewart, en contraprestación, ofrece también una composición interesante de colores y atmósferas, diferenciando muy bien su paleta de colores y el uso de estos según el escenario que nos recreen. De hecho, demuestra una excelente variedad, siendo uno de los platos fuertes de la obra, gracias a sus grandes contrastes entre escenas. -
Conclusiones
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En conjunto, “Black Hammer: Orígenes Secretos” es un buen arranque para una serie interesante sobre superhéroes crepusculares. Encandilará a quienes busquen algo diferente en materia de “súpers” o sencillamente quieran leer un buen cómic que critique el género.
Actualmente, contamos con copias de “Black Hammer: Orígenes Secretos” en nuestro fondo de almacén. Si quieres hacerte con la tuya solo tienes que visitarnos en Akira Cómics o bien solicitarnos que te lo enviemos a través de nuestro servicio de pedidos online.
Imágenes | Akira Cómics.