Historia de la Humanidad en viñetas: una manera divertida de aprender

15/10/2020
  • Te presentamos una obra que aborda de una manera ligera y muy didáctica la historia de la Humanidad en formato cómic. ¡Te encantará!

  • Tras su aventura tratando la Historia de las Islas Baleares allá por el año 2010, Quim Bou aborda ahora de una manera ligera pero muy didáctica la Historia de España. En este primer tomo deHistoria de la Humanidad en viñetas”, editado por Espiral Ediciones, tendremos una eficaz introducción al origen de la humanidad y a los elementos más distintivos del neolítico peninsular.

    Por mi parte, para hacerle justicia tuve que documentarme utilizando la excelente obra en dos tomos dedicada a la Prehistoria que coordinó la doctora Ana María Muñoz Amilibia para la UNED. Ya sabéis que en Akira Cómics nos gusta hacer las cosas de manera diferente al resto. Y, sin más, vamos a sumergirnos en esta obra.

  • La estructura narrativa del cómic

  • Me ha encantado la atípica e inteligente articulación de las historias, que dan la impresión de transcurrir de forma paralela en 3 –realmente 4– líneas temporales diferentes separadas entre ellas miles de años, pero con dos elementos comunes: el paso del cometa Halley y el descubrimiento de los restos de los protagonistas de la historieta precedente.

  • Este código narrativo permite una lectura fluida y clara que, a su vez, impide que el joven lector (señalemos que esta obra parece dedicada a muchachas y muchachos de entre 9 y 12 años) se disperse y pierda la conexión entre marcos temporales.

    El dibujo de Quim en esta obra sigue la línea adoptada enOrn” y “Balears: Abans i Ara”, distinguida por un trazo amable, bien definido, próximo a la línea clara y agradable a la vista. Se observa también un mimo muy escrupuloso a la hora de documentarse, reflejado en los usos, costumbres, abalorios, representación y herramientas de los diferentes personajes.

    Pero, sin más, vamos a echar un vistazo más de cerca.
  • El Australopiteco

  • Tras una pequeña introducción de 2 páginas sobre el origen de la Tierra y de la vida, así como una pincelada sobre el inicio de la evolución humana, se inicia una breve historia de 3 páginas protagonizada por estos antecesores nuestros.

    Por el aspecto que presentan, con brazos largos, piernas relativamente largas (lo que demuestra la existencia de una cintura pélvica que les permitía caminar erguidos), pero a su vez unos rasgos muy humanoides, con nariz chata aunque pequeña y dientes también pequeños, lo más probable es que se trate de ejemplares de Australopithecus sediba, según los rasgos descritos por los científicos del Instituto Wits sobre la Evolución Humana (Universidad de Witwatersrand) en julio del 2012.

    Pese a tener sus detractores –ya que muchos lo consideran como una rama dentro de las variaciones del Australopithecus Africanus–, lo que tenemos que tener en cuenta (común a las dos especies) son las siguientes características muy bien representadas: tenían capacidad gregaria y un sentimiento de clan; pulgar largo, oponible y dedos fuertes que, llegado el caso, les permitía el manejo y fabricación de toscas herramientas (palos y piedras, fundamentalmente). También observamos la capacidad de actuar en grupo y de cuidar de sus elementos más vulnerables.

  • En este punto, el autor se permite una licencia narrativa que comentaremos más adelante, pero que le perdonaremos por el buen devenir de su estupenda idea a la hora de articular las historias paralelas.

  • El hombre de Neanderthal

  • La siguiente historia nos dirige a un pequeño clan de hombres de Neanderthal. Es sabido que los Homo Sapiens Neanderthalensis vivían en distintos grupos organizados que estaban constituidos por una treintena de miembros. En la Península Ibérica hay pruebas de su existencia desde hace unos 230.000 hasta hace aproximadamente 28.000 años.

  • Están muy bien representados: fuertes y robustos, alcanzaban una altura que superaba ampliamente el metro y medio (hablamos de 1,60–1,65 m), extremidades cortas y potentes, pelvis ancha, tórax con forma de barril, arcos superciliares pronunciados, frente baja y levemente huidiza, mandíbula prominente que carecía de mentón y gran capacidad craneal, superior incluso a la nuestra.

    Su estructura ósea y muscular sugiere que podían correr al sprint, para alcanzar presas o escapar de depredadores, pero que no eran capaces de mantener una carrera larga. En contrapartida, parece ser que gozaban de un excelente fondo físico que les permitía caminar grandes distancias.

    Estos rasgos evolutivos demuestran que eran grandes cazadores-recolectores, así como que mantenían una cultura nómada que requería de grandes peregrinaciones para buscar nuevos territorios de caza y recolección.

    Otro bonito detalle es la representación que se hace de una de sus características morfológicas más llamativas descubiertas a través del estudio de su genoma: eran individuos pelirrojos o rubios, y de ojos de color claro (normalmente azules).

    En cuanto a su capacidad para utilizar y fabricar herramientas, vemos en la historieta una muestra de lo que es la técnica utilizada en la llamada cultura musteriense, en la que se trabajaba la piedra usando martillos –más bien mazos- de madera o hueso para obtener raederas, hachas de mano o rudimentarios cuchillos de piedra. Y no olvidemos, obviamente, su capacidad para manejar el fuego.

  • Se sabe también que vivían aprovechando cuevas y oquedades en la roca, así como que empleaban rituales funerarios en los que depositaban al difunto en hoyos que luego cubrían con piedras. La representación de las cavernas y la tumba me recuerdan poderosísimamente a las que pueden visitarse hoy en día en los yacimientos neolíticos de las cuevas prehistóricas de Serinyá, en Gerona.

    Considerando (lo comenta el autor en una sentida nota de agradecimiento al inicio del cómic) que Quim Bou ha tenido la ocasión de vivir de primera mano los trabajos arqueológicos en el yacimiento de Roca Foradada, perteneciente al complejo citado, refuerza esta suposición.

    Todas estas particularidades están muy bien representadas en este primer tomo deHistoria de la humanidad en viñetas”. Pero no hemos terminado todavía.

  • El Homo Sapiens

  • Quiero dejar claro que mantengo esta denominación porque es la que utiliza el autor, pero no estoy conforme con ella por dos razones: la primera es porque tanto el Neandertal como el hombre moderno pertenecen al género Sapiens. La diferencia está en el subgénero: Homo Sapiens Neanderthalensis para el primero, y Homo Sapiens Sapiens para el segundo. Quizá hubiese sido más correcto, dado el marco temporal que manejamos, el haber utilizado un término más vago como podría ser “hombre moderno”, pero no deja de ser una mera cuestión semántica.

  • Observamos en esta historieta una aproximación al neolítico levantino peninsular, que llegó hace algo más de 7.000 años aproximadamente. Si nos atenemos a la representación del arte rupestre que se nos muestra en la página 47, perteneciente a las pinturas halladas en el Barranco de Les Dogues (en Ares del Maestre, Castellón) –una de las más antiguas representaciones de arte bélico que podemos encontrar-, podemos situar este pequeño pueblo en las cercanías de este mencionado pueblo del maestrazgo

    En todo caso, observamos las características principales del arte rupestre levantino: estilización y esquematización de las figuras, presencia de representaciones humanas, el desarrollo de escenas  reconocibles de caza, recolección, guerra o danza y la utilización de un solo color (normalmente negro, rojo y blanco) en las imágenes.

    Se especula (observable también en el desarrollo de la historia) con el propósito chamánico de estas representaciones para favorecer las cosechas, la caza o la victoria en los enfrentamientos con asentamientos vecinos.

  • En todo caso, observamos las características más fundamentales del periodo neolítico tardío: la población crece y los asentamientos se hacen más grandes, la economía pasa de basarse en la depredación y la recolección a basarse en la agricultura y la domesticación y cría de animales (bóvidos, cabras, perros y ovejas, visibles en el cómic). La estabilización de la fuente alimentaria conlleva la sedentarización de las poblaciones.

    Las herramientas se hacen más sofisticadas, y aparecen los primeros útiles agrícolas: azadas, rudimentarias hoces, hachas, mazas y molinos de mano, así como se perfeccionan las armas de guerra y caza mediante la introducción de las plumas de guía en las saetas y el perfilado de las puntas de flecha y lanza. Todas estas herramientas son perfectamente discernibles en la historieta, así como algunos detalles relativos a su fabricación.

    Otro proceso muy distintivo, y característico expresamente de los asentamientos del levante español, es la aparición de artículos hechos de cerámica para el transporte, cocción y almacenaje de los alimentos, dando lugar a lo que se denomina cultura de la cerámica cardial.

    El uso de estas vasijas cerámicas queda muy bien documentado en el cómic, si bien la característica decoración cardial no se observa con tanta nitidez (aunque en ciertas viñetas se ve).

    Es muy destacable también el detalle con el que se construye el túmulo funerario, que recuerda mucho a los encontrados en los yacimientos de la necrópolis de Monte Areo, cerca de Gijón.

    De nuevo, un despliegue de buena documentación, aunque hay un fleco: parece que las viviendas y almacenes del asentamiento son palafitos (construcciones sustentadas sobre pilares de madera propias de ambientes lacustres, anegados o tendentes a inundarse con objeto de mantener a sus habitantes y posesiones secos y seguros). Aunque está documentada su utilización en el neolítico, en Europa se localizan en Alemania, Escocia y los países bálticos fundamentalmente. Su utilización en la península no parece atestiguado en la investigación de los restos arqueológicos o, si se usó, se hizo de manera muy testimonial. Quizá hubiera sido mejor usar otro tipo de construcción como ejemplo para este cómic.

  • Epílogo y guía didáctica

  • La historieta termina con unos arqueólogos de 1986 que, a su manera, cierran el círculo de toda la historia. Un cierre creativo y muy procedente que nos llama la atención sobre los puntos de unión de las tres historias precedentes.

  • A todo esto sumamos lo que llaman una “Unidad didáctica” desarrollada por los doctores Bartomeu Salvá Simonet (prólogo e introducción), Antonia Llinás, Francisca Torres y Josep Merino.

    Resulta reveladora y eficaz en cuanto al contenido, aunque hay ciertos datos que, dado el avance en las investigaciones actuales, ya han sido superados. No obstante, como textos ejemplificantes e ilustrativos tienen una calidad equiparable a la que podemos encontrar en libros de texto y pueden conseguir el que, sin duda, es el objetivo que buscan: que el muchacho o la muchacha que lea este cómic se sienta invitado a investigar más sobre el tema.

    No obstante, y aquí hablo como pedagogo, tal vez habría sido buena idea el profundizar un poco más y haber propuesto una Unidad Didáctica con su declaración de objetivos conceptuales, procedimentales y actitudinales, así como una serie de propuestas de actividades.

    Se echa de menos, también, un índice bibliográfico para que los jóvenes lectores puedan acceder a su primera biblioteca de investigación sobre la Prehistoria. Otra cosa que habría sido de agradecer es que ese pequeño temario adaptado hubiese estado ejemplificado con ejemplos ilustrados en el cómic, como las ya mencionadas pinturas del Barranco de Les Dogues o los yacimientos de las cuevas de Serinyá.

    Otro punto que puede llevar a confusión, una vez que el joven lector se documente con algo más de profundidad, es la localización geográfica de la acción: recordemos que el australopiteco se localiza fundamentalmente en el África oriental y austral, el Neanderthal en toda Europa, si bien sus últimos reductos se encontraron en el sur de Europa, y el Sapiens se extendió por toda Europa procedente, en principio, de África.

    Los ejemplos documentados en el cómic y las fuentes artísticas sin duda utilizadas localizan el curso de la acción en la Península Ibérica, así que… ¿cómo llegó el dichoso australopiteco hasta aquí? No obstante, subrayo, estas pequeñas incongruencias geográficas se perdonan con gusto ante la fluidez de la historia.

    Dado que en el mercado actual la única muestra que podemos localizar de cómic prehistórico esMezolith”, que está basado fundamentalmente en el neolítico del norte de Francia,Historia de la Humanidad en viñetas” supone un soplo de aire fresco tanto en el aspecto divulgativo como en el meramente formal, a la vez que supone un paso a la hora de generar material didáctico y atractivo para fomentar el gusto por el cómic y la Historia entre los lectores más jóvenes.

    Así que os invitamos a echarle un vistazo y a comentarlo con vuestros amables tenderos de vuestra tienda de referencia. ¡Disfrutadlo a modo!

    Imágenes | “Historia de la Humanidad en viñetas”.

Francisco Javier Illescas Díaz


Amante de la lectura desde antes de saber leer. Dueño de un ojo certero para discernir hasta los más nimios detalles. Gran aficionado a la Historia y azote de gente poco documentada.

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