El cómic como medio de animación a la lectura

14/04/2020
  • El objetivo es que los niños disfruten con la lectura y lean en su tiempo libre. Queremos tender una mano amiga que propicie el encuentro entre el cómic y el lector.

  • Todos sabemos que la lectura es una puerta a la fantasía con infinitas ventajas para los niños, y es bueno y deseable que el hábito lector sea algo tan natural como la ducha diaria: la lectura ha de ser el primer paso para crear librepensadores.

    Sin embargo, nuestra sociedad está llena de muchachos que no saben construir e hilar frases con sentido, que cometen atroces y constantes faltas de ortografía, que muestran escasa imaginación y cuyo único contacto con la lectura viene a través del libro que sus profesores les mandan leer en clase.

    Es difícil que, en tal tesitura, un niño se anime a coger un libro. Pero el hacer que coja un cómic igual es mucho más sencillo: el cómic ofrece un formato de lectura –por lo general– ligero y agradable, y es percibido como algo fácil y entretenido.

    ¿Podemos enganchar a un joven a la lectura a través del cómic? Rotundamente sí. Veamos las razones.

  • ¿Por qué el cómic?

  • En primer lugar, porque hasta los niños más pequeños son capaces de “leer” cómic: hojean los tebeos atraídos por sus ilustraciones, y son capaces de interpretar sus contenidos. Tienen cierto conocimiento instintivo que les permite interpretar correctamente las elipsis y los convencionalismos del género. Incluso podemos jugar a desordenar las viñetas para que el crío las reorganice.

    Además, hay cómics para pequeños lectores como “El zoo de Antón”, que se prestan muy bien a este tipo de actividades. Los niños, antes de aprender a leer y escribir, aprenden a ver, identificar y usar imágenes. De hecho, los más pequeños interactúan con su entorno a través de las palabras y las imágenes. Observad, si no, a un niño explicando cómo usa su juguete favorito: “Me gusta porque aprietas este botón y suena así… mira…”).

  • Sin embargo, para chavales un poquito más mayores, de Educación Primaria, podemos empezar a estudiar las peculiaridades del lenguaje del cómic e, incluso, a crear sus propias historietas.

    Este ejercicio creativo suele provocar respuestas positivas y, si es de menester, ni siquiera es necesario que los alumnos con menos habilidades gráficas se sientan acomplejados dibujando: existen aplicaciones de uso muy intuitivo como Playcomic o Pixton que los niños pueden utilizar para crear sus primeras historietas.

    En el caso de lectores algo más mayores, la lectura relacionada con el cómic nos aporta un extra, ya que el niño, antes de leer un texto, observa las imágenes y, así, se establece un refuerzo y recuperación que nos permite identificar, graduar y corregir problemas lectores a la vez que ayuda al crío a diferenciar entre el diálogo y la narración, estableciendo un eficaz puente hacia el libro como fuente de lectura más compleja.

  • Además, es un material muy fácil de usar ya que, al ser un recurso muy atractivo para los niños, podemos usarlo a favor de nuestros intereses, ya que conseguimos 3 objetivos principales: aumentar la práctica lectora, potenciar la lectura a través de las imágenes, y el desarrollo de la imaginación y el espíritu crítico a través de la búsqueda de la lectura de forma activa.

  • ¿Cómo fomentar el hábito lector a través del uso del cómic?

  • En primer lugar, fomentando un entorno familiar propicio para ello. Es necesario en este aspecto el realizar lectura conjunta con el niño en algún momento del día (quizás sería buena idea el hacerlo antes de acostarse) para que se estimule y adquiera esa costumbre.

    Pero no puede hacerse de cualquier manera, sino que tiene que ser algo divertido, ser percibido como un entretenimiento… comentar las viñetas y los dibujos juntos, explicarles los posibles guiños que se escondan en la obra, incluso invitándolos a que rompan la cuarta pared especulando sobre lo que les espera al pasar la página.

    Un cómic que se presta muchísimo a esta actividad conjunta padres-hijos es la trilogíaBrujeando”, de Teresa Valero y Juanjo Guarnido: guiños a la Literatura clásica, a los cuentos infantiles, a temas de actualidad, escenas diseñadas para buscar personajes y cosas variadas… una maravilla.

  • Además, debemos permitir que “sus” cómics estén al alcance de los niños: son curiosos por naturaleza, y es bueno que puedan acceder a ellos cuando les apetezca. Además, podemos estimular su lectura premiando a los niños con cómics que puedan gustarles. En Akira Cómics tenemos compartimentadas categorías para jóvenes lectores, y nuestro equipo puede asesorarte sobre obras y segmentos de lectura.

    Es muy útil para fomentar ese hábito el llevar a los niños a la biblioteca, o a actividades tematizadas en tiendas especializadas, como el cuentacuentos que celebramos en Akira Cómics; incluso el hacerlos socios, para que conozcan el mundo del cómic y los libros.

    Resumiendo: hay que facilitar a los chavales recursos, tiempo, experiencias y herramientas que los motiven a leer; incluso regalarles cómics, leérselos, mostrarles que nosotros también leemos y que nos gusta, y que sean capaces de ver el mundo a través de los ojos de los personajes de las historietas.

  • Por otra parte, no podemos olvidar que el mundo actual está dirigido por todo tipo de estímulos audiovisuales, con imágenes por doquier, y el enseñar a los niños a leer imágenes con sus convencionalismos semánticos (formas de los bocadillos, códigos de colores, teoría de planos, líneas cinéticas y de fuga, etc, etc) contribuirá a ese proceso de “alfabetización visual” en este entorno cotidiano en el que somos bombardeados por la imagen como medio de comunicación.

  • ¿Cómo debe actuar un buen animador a la lectura?

  • Para conseguir que el hábito lector se consolide, es necesario un refuerzo constante. Para ello, es preciso que el animador sepa motivar a través de su propia labor teniendo en cuenta que se trata de un proceso largo y lento.

    Lo primero que es necesario es que el animador sea un buen lector. Todo buen lector puede ser capaz de crear buenos lectores. Es deseable que sea buen conocedor del mundo del cómic y de la literatura infantil, que sepa guiar, recomendar obras, que pueda crear un clima apropiado a la vez agradable y confiable para que el niño se sienta cómodo, y que sea capaz de imbuir una mezcla entre curiosidad y persuasión para que el futuro gran lector comience a buscar alternativas por sí mismo y a desarrollar sus propios gustos.

  • Es obvio que no todo el mundo nace enseñado, y que el animador a la lectura tendrá que formarse poco a poco: no sabrá por dónde empezar, se sentirá perdido, no sabrá qué cómic escoger, ni en cuanto a temática, ni en cuanto a la estrategia… pero no hay que desanimarse, pues siempre estará el personal de la librería para orientar y asesorar.

    Hay que tener en cuenta, obviamente, la edad del niño:

    • Hasta los 2 años, es importante que el libro forme parte de la vida del niño como algo familiar, como un juguete. En este periodo, aún no sabe leer, pero sí observa y escucha. Esta familiarización con el libro debe centrarse en él como objeto de entretenimiento y experimentación. El jugar leyéndole cuentos ilustrados es una herramienta efectiva.
    • De 3 a 5 años el niño aprende a hablar y se vuelve muy parlanchín, a la vez de que se interesa mucho por aprender. Hay que facilitarle material que sea de su agrado. Empieza a aprender a leer las palabras, así que es el momento para empezar un acercamiento a la lectura.
    • De 6 a 8 años son más independientes. Ya son capaces de leer palabras, así que es el momento de ir pasando de un proceso lector mecánico a uno comprensivo. La asociación entre texto e imagen es una herramienta poderosa para ello.
    • Entre los 8 y los 12 años la lectura ha debido de quedar afianzada, y es el momento de que den rienda suelta a sus gustos personales, y a buscar historias que cuenten situaciones que a ellos les resulten familiares.
  • El objetivo es que el niño lea para aprender, pero también que lo haga para disfrutar y comunicarse.

  • Conclusiones

  • El cómic, al ser un recurso que emplea elementos pertenecientes a la Literatura, favorece de manera atractiva y positiva la lectura en los niños mediante el desarrollo de la comprensión lectora, la adquisición de vocabulario y el desarrollo de su imaginación.

    Con la guía del animador, el cómic puede emplearse como un elemento para fomentar valores positivos e, incluso, para la asimilación de contenido teórico o como elemento de introducción a lecturas y elementos considerados más serios académicamente hablando.

    Es un recurso educativo con carácter motivador que es, a su vez, un excelente medio de comunicación, ya que nos ayuda a entender una historia a través de las imágenes. También es una herramienta que nos puede ayudar a motivar a los niños a la hora de comprender e interpretar un texto.

  • Sin olvidar que el cómic es un elemento muy versátil, ya que puede entretener, informar, enseñar valores y contenidos teóricos

    Sin más, quedamos a vuestra disposición, como siempre, en vuestra tienda favorita, para intercambiar impresiones y ayudaros a convertiros en grandes orientadores.

    Imágenes | Akira Cómics.

Francisco Javier Illescas Díaz


Amante de la lectura desde antes de saber leer. Dueño de un ojo certero para discernir hasta los más nimios detalles. Gran aficionado a la Historia y azote de gente poco documentada.

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