Breve historia de las “Clone Wars” de Genndy Tartakovsky

09/03/2017
  • Un misterioso jinete avanza implacable por el campo de batalla. Los cascos de su montura bípeda resuenan sobre el viento que recorre el planeta. Enciende su sable laser, lo orienta en dirección al enemigo y cabalga mientras, a su espalda, el ejército de la República se abre paso.

    Se trata del General Yoda. Han comenzado las Clone Wars.

  • Las Guerras Clon posiblemente sean el segundo conflicto más grande del universo de Lucas, sólo superado, por supuesto, por el debate entre la trilogía original y las precuelas.

    Al margen de cuál es el blanco del odio de cada uno, si los gungans o los ewoks –los primeros pueden tener un mejor desarrollo social y mejor gusto arquitectónico, pero los segundos se llevan de calle lo militar con sus troncos anti-tanque–, hay algo en que la mayoría de fans que han visto esta serie concuerdan:  “Star Wars: Clone Wars” es uno de los productos más redondos de la franquicia.

    Durante los 25 cortometrajes que la componen, esta serie mostró la crudeza y las proporciones del conflicto en una serie de relatos de corta duración, a veces prácticamente mudos. 

    En ellos, consiguieron poner bajo el foco algunas de las cuestiones menos aprovechadas de la saga con un estilo tan refinado como su narrativa. Al mismo tiempo, consiguieron limar las aristas de aquellos personajes cuyas contrapartidas de carne y hueso no lograron convencer pese a gozar de mayor peso escénico.

    Clone Wars” es a día de hoy una referencia para el mundo de la animación y un visionado obligado para todos los fans de la Guerra de las Galaxias.
  • ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

  • Vivimos en un momento donde la industria se repliega bajo sus propias fórmulas de éxito, intentando minimizar los riesgos para asegurarse la mayor rentabilidad posible. 

    Lo que antaño era común, es decir, la apuesta por nuevas propiedades intelectuales, es hoy en día cada vez más escaso. Y lo que hasta hace nada sonaba poco inspirado, como las adaptaciones a cine provenientes de otros medios o los constantes reboots,  son hoy el pan nuestro de cada día.

    Esto quedó patente en el reciente Episodio VII

    En él, el uso y abuso de lugares comunes, la reiteración de motivos formales y la constante apelación a la nostalgia van por delante de la innovación. Es escasa la exploración de nuevos horizontes, la búsqueda de una iconografía propia y, en definitiva, de ese  “sense of wonder” que define a la saga galáctica y que tanto una trilogía como otra trataron siempre de buscar. 

    Star Wars, pese a beber de todo, no se parece a nada, algo difícilmente aplicable a la última iteración de la franquicia.

    Bajo este razonamiento, podría parecer que lo rompedor de “Star Wars: Clone Wars” radica sólo en ser hija de su tiempo y no estar sujeta a los vientos actuales de la industria. 

    Pero lo cierto es que la serie ya fue revolucionaria incluso en su momento. De hecho, la de Genndy Tartakovsky no fue sólo una de las mejores series de animación de la década: también fue sorprendentemente arriesgada

    ¿Qué es y cómo se produjo ese proyecto, tan querido y recordado por los aficionados como alabado y premiado por la crítica?
  • Un poquito de historia espacial

  • Hoy resulta fácil e incluso lógica la asociación de Star Wars con el ámbito televisivo. Al fin y al cabo, en el ente catódico actual el género fantástico es una moda, y en ella hay cabida para velocistas escarlatas y reinas a lomo de dragones.

    Pero en el año 2003, los últimos acercamientos a la televisión de la saga galáctica habían sido las series de Nelvana “Ewoks” y “Droides”, ambas de finales de los 80. En aquel momento las únicas obras masivas de la franquicia, al margen de las novelas, cómics o videojuegos más notorios del Universo Expandido, eran las películas.

    Ese mismo año, Lucas acababa de estrenar el Episodio II y se encontraba inmerso en mitad del proceso de producción de su obra final. 

    Si su anterior película termina con el recién creado Gran Ejército de la República y el inicio de la guerra en Geonosis, en la apertura del Episodio III asistimos a la caída de la Mano Invisible sobre Coruscant en los últimos estertores de las Guerras Clon.  

    Ambos momentos vienen a simbolizar el principio y las últimas campañas del conflicto,  pero entre ambas secuencias distan 3 largos años de campaña.

    Y es este lapso de tiempo el que Tartakovsky y compañía acabarían utilizando para su proyecto televisivo.
  • Una de las primeras imágenes promocionales del proyecto
  • En un primer momento,  la idea de Lucas fue contratar a alguien que produjera segmentos animados de un minuto de duración. Lo justo para generar expectación de cara al inminente estreno del Episodio III y posicionar la marca de nuevo en los televisores de todo el mundo.

    ¿Cómo acabó entonces la serie tomando su forma definitiva, más allá de la campaña de anuncios glorificada que pretendía ser? Para ello es necesario indagar un poco en el hombre a quien Lucas confía el proyecto.
  • ¿Quién es Genndy Tartakovsky?

  • En 2003, el bueno de Genndy ya era una leyenda en el mundo de la animación.

    Tartakovsky se crió en CalArts, junto a otros posteriores pesos pesados de la industria como Craig McCracken, Zac Moncrief o Rob Renzetti. Allí ya despuntó desde el inicio de su carrera con un proyecto para el segmento “What-A-Cartoon!”, un proyecto que a la postre acabaría convirtiéndose en la afamada serie Dexter´s Laboratory (1996).

    Su estilo, a medio camino entre el refinamiento sintético de Bruce Timm y la pulcritud expresiva de Chuck Jones, generó toda una imaginería propia que creó escuela dentro de Cartoon Network.

    Sus personajes, siempre de una sobriedad de trazo impecable, transitaban la pantalla con una economía de movimientos medida al detalle. Las transiciones entre una pose clave y otra se resolvían con las mínimas poses intermedias posibles, buscando el mayor impacto e iconicidad. Si algo podía explicarse en menos fotogramas es que no se estaba explicando de la mejor manera.
  • Diseños de fondo para Dexter´s Laboratory
  • Esta manera de trabajar fue particularmente efectiva en los segmentos de humor cortos de programas como el de Dexter. Pero es en posteriores trabajos –como en la también galardonada “Samurai Jack” (2001), una serie de corte adulto y de mayor carga emotiva– donde se ve todo el potencial visual y narrativo de su estilo.

    Del mismo modo, su diseño de personajes, por otro lado muy expresivo, tenía la síntesis de forma como su principal objetivo. Sus personajes eran capaces de posicionarse en relación a sus fondos con la elegancia del constructivismo ruso…
  • …con la misma facilidad con la que podían retorcerse y resultar tan lunáticos como los de Tex Avery.
  • Fue a mitad del proceso de producción de los últimos capítulos de “Samurai Jack” cuando Mike Lazzo, por aquel entonces jefe en Cartoon Network de Tartakovsky, se acercó a él con la propuesta.

    No obstante, para el animador la idea de los segmentos de un minuto de duración (básicamente spots de publicidad) no le terminaba de convencer. Si querían contar con él, el metraje de los mismos debía moverse sobre los 4 minutos. Lazzo se encargaría de transmitir la respuesta al propio George Lucas.

    Dicho y hecho. Poco tiempo después el proyecto tendría luz verde. Tartakovsky tendría sus 3-7 minutos por episodio, y  Star Wars iba a volver a la televisión.
  • Las escenas de acción son donde más se beneficiaría la serie de la forma de trabajo desarrollada para Samurai Jack
  • Las escenas de acción son donde más se beneficiaría la serie de la forma de trabajo desarrollada para Samurai Jack
  • Comienzan las “Clone Wars”

  • Con dicha localización temporal como telón de fondo, Tartakovsky y compañía decidieron hacer uso de una narrativa donde se pone el foco en los distintos teatros de guerra del conflicto de una manera no lineal. De la mano de determinados personajes, la acción se mueve de un sitio a otro, ayudando a componer la escala e impacto de los acontecimientos. 

    Así, en un episodio podemos acompañar a una unidad de élite del ejército clon dando un golpe de mano sobre un objetivo clave, mostrando el carácter más crudo y técnico del conflicto. Mientras que, en otro, podemos ver la intervención puntual de los generales Jedi en batallas clave, logrando dibujar esa sensación de héroes místicos a ojos de los civiles.
  • El maestro jedi Saese Tiin y sus tropas se preparan para saltar sobre la nave enemiga
  • El maestro jedi Saese Tiin y sus tropas se preparan para saltar sobre la nave enemiga
  • El tratamiento de los personajes

  • El uso de la orden Jedi en la serie es bastante singular. Tartakovsky consigue imprimir en muchos de ellos el status de líder icónico e imbatible, capaz de arengar a sus camaradas a la vez que los hace parecer fuera de contexto, empujados a combatir como generales en un conflicto que sobrepasa sus capacidades.

    Los clones, por otro lado, quedan retratados como los mayores sufridores del conflicto. Tan eficaces como sus contrapartidas de cine, pero viéndose superados cada vez que el conflicto escala de proporciones.

    Son, no obstante, el Capitán Fordo y sus soldados del Comando de Reconocimiento Avanzado (ARC Troopers, por sus siglas en inglés) quienes ayudan a individualizar al colectivo y hacer que el espectador empatice con ellos, a través de su participación en algunos de los acontecimientos más importantes de la serie.

     Su diseño en esta serie fue tan celebrado que diversos autores se basaron en él a la hora de diseñar a las “unidades de élite clon” que utilizaron en otros proyectos.

    Ese fue el caso, por ejemplo, de la posterior serie de animación digital, de los cómics de “Dark Horse” protagonizados por Alpha y compañía, o de la mayor parte de los comandantes clon del Episodio III –quienes son soldados provenientes del mismo programa ARC que Fordo y sus “10 de Muunilist”, clones mejorados genéticamente y  entrenados en persona por el propio Jango Fett.
  • “Soldados ARC, habéis sido seleccionados por que sois los mejores. La élite. Sabéis lo que debéis hacer”
  • “Soldados ARC, habéis sido seleccionados por que sois los mejores. La élite. Sabéis lo que debéis hacer”
  • Los villanos también logran brillar con luz propia en la serie. El ejército de la C.S.I se antoja más deshumanizado y frío que nunca. Incluso las unidades B1 transmiten lo que para los habitantes del universo Star Wars estas unidades deben transmitir: un fusil de asalto automatizado y con patas.

    Pese a ser convenientemente despachados por los Jedi, representan un peligro real durante la serie para el resto de beligerantes. Sus unidades son potentes, y sus armas son capaces de desestabilizar los planes de los protagonistas con facilidad.
  • El maestro jedi Kit Fisto lidera el asalto en la guerra civil entre los Quarren (apoyados por la CSI) Y los Mon-Calamari (aliados de la República)
  • El maestro jedi Kit Fisto lidera el asalto en la guerra civil entre los Quarren (apoyados por la CSI) Y los Mon-Calamari (aliados de la República)
  • ¿Y qué hay del lado oscuro?

  • Los personajes del lado oscuro no se quedan atrás.

    Cada lord sith que aparece en la serie tiene su agenda y motivaciones propias. Dooku se dibuja como una pieza imprescindible en el plan de la C.S.I, algo que Lucas nunca llegó a conseguir con su versión del personaje.

    Aquí Tyrannus es un líder político, la cara diplomática con la que Sidious logra torcer sistemas enteros para su órbita de control. No sólo dota al Conde de bastante romanticismo, sino que al mismo tiempo evidencia la frialdad con la que Palpatine elige a sus colaboradores. Si Maul era la daga, el asesino perfecto, Dooku es la voz, el arma perfecta para “otra” fase de su plan.

    Asajj Ventress, uno de los personajes creados directamente por Tartakovsky para la serie, no es una sith menos interesante. Diseñada como doppelganger perfecta del caballero en ciernes que es Anakin, es engañada por los sith con las promesas de un entrenamiento formal en el lado oscuro con el que colmar sus ambiciones. Pero desconoce los planes que tienen sus maestros hacia ella y hacia el joven Skywalker.
  • “Jedi. Su orden es una luz que se desvanece. Corruptos y arrogantes. Deben ser castigados”
  • “Jedi. Su orden es una luz que se desvanece. Corruptos y arrogantes. Deben ser castigados”
  • Pero quien sin duda se lleva la palma es el mismo General Grievous. Lo que en el Episodio III es teóricamente sólo otro personaje espejo del futuro de Anakin –lisiado en un cuerpo mecánico, derrotado por Obi-Wan en un agónico duelo–, aquí es el alma y líder indiscutible del ejército droide en el apogeo de sus capacidades.

    Su primera aparición en la serie sigue siendo una de las introducciones de personaje más impresionantes que se recuerdan. En ella, utiliza el terror psicológico para deshacerse de nada más y nada menos que 6 caballeros Jedi, entre los cuales hay maestros tan notorios como Ki-Adi-Mundi o Aayla Secura. De regalo, Tartakovsky nos explica la razón de su decadencia física (y de su tos crónica) en su posterior aparición en la gran pantalla.
  • Desarrollo psicológico de personajes clave

  • La concepción del proyecto derivó del deseo explícito por parte de Lucas de evitar, en la medida de lo posible, el desarrollo de las tramas de los protagonistas a expensas de los acontecimientos del film.

    Lo que a priori podría parecer un impedimento, se convirtió en la excusa perfecta para indagar en el desarrollo psicológico de los mismos. El personaje sin duda más beneficiado de esto es Anakin Skywalker.

    Tartakovsky logró unir en 25 episodios la mayoría de facetas del Anakin de carne y hueso, en concreto algunas de las menos investigadas en las películas.

     En su primera aparición le vemos trabajando en su caza Delta-7 (el Azure Angel, en referencia a su romance secreto con Padme), mejorado y personalizado con los colores de su vaina de carreras. Es una manera de devolver al personaje a su infancia, en la que arreglaba cualquier cacharro que caía en sus manos. 

    Otras veces le vemos disfrutando de momentos con su maestro, en una dicotomía más cercana a la relación de admiración y profundo respeto de Obi-Wan a Qui-Gon que a la del joven rebelde.

    Son los pequeños momentos como estos los que engrandecen el proyecto.
  • El diseño de Paul Rudish para Anakin al final del conflicto con traje de batalla evocando a Vader es la inspiración del diseño de Anakin en la serie CGI de Dave Filoni
  • El diseño de Paul Rudish para Anakin al final del conflicto con traje de batalla evocando a Vader es la inspiración del diseño de Anakin en la serie CGI de Dave Filoni
  • De hecho, la exploración que hace Tartakovsky del proceso de conversión al lado oscuro ayuda a entender mejor sus heridas y sus motivaciones posteriores durante el Episodio III. El duelo con Ventress en Yavin 4 sin duda es prueba de ello.

    Star Wars: Clone Wars” no sólo complementa, si no que completa y mejora el visionado de la saga. Hasta qué punto éstos fueron agujeros habilidosamente reservados para el proyecto animado o la demostración de la capacidad del autor para olfatear y saber dónde atacar es algo que nunca sabremos.
  • Cosechando éxitos y haciendo historia

  • La serie fue un rotundo éxito de crítica y público: obtuvo un premio Emmy y una audiencia enorme, hasta el punto de ser la 1ª serie de animación emitida a la vez en internet y televisión.

    Pero no sólo eso: también generó toda una franquicia a su alrededor.

    La posterior película de animación digital “Star Wars: The Clone Wars” (2008) y su posterior serie de televisión, ambas dirigidas por Dave Filoni, beben sin duda del espíritu de la serie original, aunque con un planteamiento más conservador. 

    La serie de Tartakovsky fue también la única obra no creada directamente por Lucas en abrirse paso y ser canónica de primer orden junto a las 6 películas de imagen real. Recordemos que la serie digital, pese a entrar dentro de ese canon, fue producida directamente por Lucasfilms.
  • Conclusiones

  • Tartakovsky cogió los juguetes del propio Lucas, se divirtió con ellos como nadie y supo dotar a la saga de una inteligencia y un refinamiento artístico como pocas veces ha tenido. Dejó el listón muy alto al mismo George y a todos los que vengan detrás a jugar con esta saga.

    En retrospectiva, el visionado de las Guerras Clon sigue estando igual de vigente que cuando se emitió por primera vez en televisión. Y sigue evidenciando que no pasa nada si de vez en cuando se permite a un autor dar su versión sobre una saga, sobre todo cuando hablamos de franquicias como Star Wars.

    Algunos seguirán debatiendo cuál de todas las obras de la saga es su favorita, si tal o cual episodio, si esta u otra trilogía. Para otros, esa pregunta quedó resuelta hace tiempo.
  • Imágenes | “Star Wars: The Clone Wars”.

Álvaro Martín de Ruedas


Artista plástico y visual y consumidor habitual de cultura pop. También dibujo tebeos, escribo artículos y en general, investigo en torno al entretenimiento como medio generador de conciencia.

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