Akira Comics: El triunfo del Pequeño Negocio

Paseando a lo largo de toda la Avenida Betanzos uno puede encontrar todo tipo de locales y comercios. Panaderías, supermercados, franquicias de belleza, bancos… Y Akira Comics, una de las mejores tiendas de cómics del mundo.

Akira Comics comenzó su andadura en el madrileño barrio de El Pilar un 11 de Septiembre de 1993, fruto del esfuerzo y la dedicación de una familia humilde. Dos hijos apasionados por el mundo del cómic, y unos padres dispuestos a emprender una aventura junto a ellos.

“No teníamos una experiencia previa en el sector en sentido profesional. Así que nos pusimos en marcha con la premisa de trabajar más duro y de forma más constante que los demás para poder destacar en un mercado que ya estaba muy consolidado en el centro de Madrid”, detalla Jesús Marugán, el menor de los hermanos Marugán y copropietario de Akira Comics. “Construimos nuestros muebles, diseñamos nuestra publicidad, gestionamos nosotros mismos todas las cuentas del negocio… Empezamos como tienda en una época de crisis como fueron el principio de los 90, y aprendimos a optimizar todos los recursos para la mejor gestión de la librería”.

Arriesgar sobre seguro

Dispuestos a crear un establecimiento que pudiera ser una segunda casa, Akira Comics arriesgó e innovó, dando a los usuarios unos servicios que les invitaran a visitar la tienda y pasar un tiempo de calidad en ella. El servicio de cafetería, las charlas de autores en la librería o el museo del cómic, donde los visitantes pueden deleitarse con originales del cómic como Watchmen de Dave Gibbons, son algunos de los pequeños rasgos diferenciales del establecimiento. “Llevamos 23 años investigando como mejorar nuevos servicios, ya sea visitando puntos de venta que no estén relacionados con los cómics para intentar aprender de ellos, o viajando a otros países como Francia, Bélgica, Reino Unido o Estados Unidos para tomar nota de sus tiendas. El inmovilismo y el conformismo te estancan,  hay que seguir evolucionando cada día. Sobre todo en un mundo como el del cómic, que no deja de mutar y cambiar década a década”, afirma Jesús Marugán.

Akira Comics es un caso atípico en una tienda especializada en cómics. A menudo apuesta por políticas de empresa que difieren de lo que “la gente está acostumbrada a ver en tiendas que salen en la TV, como la tienda de “Big Bang Theory” o de “Los Simpson”, cuenta Jesús. Querer romper con lo establecido y estar siempre dos pasos por delante llevó a Iván Marugán, el experto en economía de la empresa y "mayor de los hermanos" (sic), a prever la crisis que se avecinaba y tomar medidas que les permitiera capearla en condiciones, nadar y guardar la ropa

Se aprovisionaron con un buen stock de cómics, decidieron no hipotecar ningún recurso de la librería ni invertir demasiado en productos de merchandising, e impulsaron más vías de difusión del cómic y de su tienda como La Capilla Sixtina Superheroíca –enorme mural de pintura que reproduce El Renacimiento de Miguel Ángel con los héroes Marvel de Stan Lee- el impulso a la web de la tienda, o el lanzamiento de una app para iPhone y Android.

El reconocimiento internacional

Todas estas medidas permitieron solventar la crisis con garantías, sin retrasar un solo pago a proveedores, y aumentando la plantilla a 3 miembros en un momento en que todas las empresas se veían obligadas a prescindir de trabajadores. Por todo esto, y por la impecable gestión realizada en Akira Comics desde sus primeros pasos en la industria del cómic, ganaron el premio Eisner Spirit of Comics de 2012 a la mejor tienda del mundo.

Los premios Eisner son, usando un símil que –casi- no se ha empleado para explicarlo, los Oscar del mundo del cómic. Akira Cómics recibió la estatuilla que le acreditaba como el ejemplo a seguir por la industria. Y además lo hizo jugando en una liga muy inferior al de la industria norteamericana, cuyo liderazgo es indiscutible en este sector. Imagínense que Almodovar no hubiera ganado su Oscar en la categoría de “Mejor película extranjera” en el año 2000, sino en la sección principal desbancando a “American Beauty”, una locura.

La tienda madrileña es la única tienda española en haber recibido este reconocimiento, y la segunda en toda Europa. Una distinción obtenida a base de emprender, aventurarse e innovar dentro de una industria española que el propio Jesús Marugán define como: “Pequeña y bastante auto referida, donde la inversión en títulos propios y la difusión del cómic en los medios de comunicación es bastante escasa. Una industria donde las editoriales prefieren asegurar resultados editando con vistas a un público que ya tiene, más que en el que todavía le queda por hacer.”

El ninguneo institucional

Un ejemplo muy claro de esta situación es que Akira Comics recibió un apoyo institucional prácticamente nulo tras ganar el premio Eisner. Relata Jesús Marugán como “el ministerio de Cultura apenas se enteró del premio cuando se concedió, pese a que nosotros les informamos. Tuvo que ser la subsecretaría y el Observatorio del Cómic quienes, ante el ruido mediático del premio, se pusieron en contacto con nosotros para felicitarnos”. “Al menos –prosigue "el pequeño de los Marugán" (sic)- la credibilidad, el trato y la confianza profesional de los que te rodean crece a raíz de ganar el premio.”

Existen “nichos” de público muy específicos y fieles a la industria del cómic, como los aficionados al manga nipón, o el cada vez mayor número de fans del mundo superheroíco de Marvel y DC, pero la puesta en marcha de un negocio dentro de un sector sistemáticamente ignorado por la instituciones hace que una empresa dedicada al cómic, ya sea tienda, editorial o distribuidora, se encuentre con una barrera muy complicada de superar a la hora de dar sus primeros pasos.

Ante estas perspectivas, y pese a gozar de una situación privilegiada dentro de la industria, Akira Comics continúa fiel a las políticas que ha seguido desde su institución. Han invertido tiempo y dinero en mejorar su aplicación para teléfonos, donde han implementado una audio guía para su propio museo, y han invertido en más cómics que amplíe su fondo de armario por si volvieran a venir tiempos de recesión.

Su aspiración, asegura Jesús Marugán, es “ser un Harrods de los cómics, donde muchos turistas que van a Londres quieren visitarlo”.  Así es Akira Comics, una pequeña aldea en el Barrio de El Pilar, poblada por amantes de los cómics que resiste todavía y siempre a los devenires de la economía y las tendencias de los mercados.

Artículo realizado por Ulises Izquierdo para 1mybusiness en Julio de 2016

http://1mysolution.com/1mybusiness-julio16/