Disparad a todos los arrendajos azules que queráis, si podéisacertarles, pero recordad que es un pecado matar a unruiseñor.
Este es el consejo que da a sus hijos un abogado queestá defendiendo al verdadero ruiseñor del clásico de Harper Lee: unhombre de color acusado de violar a una joven blanca. Desde la miradade Jem y Scout Finch, Harper Lee explora con humor y una honestidadinsobornable la actitud irracional que en cuestiones de raza y clasesocial tenían los adultos del Sur profundo en los años treinta. Laconciencia de una ciu-dad impregnada de prejuicios, violencia ehipocresía se enfrenta con la fortaleza y el heroísmo silencioso de un hombre que lucha por la justicia.
'Matar a un ruiseñor', audazen la creación de una voz ingenua pero perspicaz, tan ocurrente comoinsolente, es también la novela de la formación de una niñatempera-mental y muy singular, movida por la aspiración de ser mejor y comprender a los otros. Los alegatos de Atticus ante el juez y eljurado, su valor, su aplomo, impregnan el libro, pero la corriente que sacude en todo momento a los lectores la conduce Scout, la chiquillavestida de cualquier manera, sin coquetería, a la que le gusta leer,saber, escuchar.