En 1803 partieron del puerto de La Coruña nueve hombres, una mujer y 22 niños con la misión de llevar la vacuna de la viruela desde España a todos los rincones de la América hispana y Filipinas. Nunca antes se había realizado una campaña sanitaria de similares características, de manera filantrópica y con alcance mundial.
La expedición estuvo en activo durante casi nueve años, recorrió decenas de miles de kilómetros, vacunó a centenares de miles de personas contra una de las enfermedades más mortíferas de la humanidad, y dejó asentadas las bases para unos primerizos sistemas públicos de salud. Sus integrantes, sin embargo, corrieron distinta suerte, desde los más altos reconocimientos hasta la muerte y el olvido.